Hace ya cinco años que el Ayuntamiento capitalino decidió integrar el Festival de música Concejo Folk dentro del programa de Ferias y Fiestas de San Antolín de Palencia. La intención era convertirlo en uno de los referentes culturales de las fiestas patronales y parece que se está consiguiendo, dado que se trata de un evento con gran aceptación entre los palentinos.

Tres fueron los grupos que ayer se concentraron en la capital para participar en esta nueva edición, que una vez más llamó la atención de vecinos y visitantes.

La programación comenzó con la recepción oficial de los grupos participantes, que en esta ocasión fueron tres: Grupo Jorge Manrique de Palencia, Agrupación Etnográfica Don Sancho de Zamora y Agrupación Folclórica El Limonar de Murcia.

Los integrantes de cada uno de los grupos se dispersaron por diferentes puntos de la ciudad para actuar en el marco de la actividad denominada La danza en la calle.

Así, tres fueron los rincones elegidos para animar al público que disfrutó de la música y los bailes en las Calle Mayor y en las plazas de San Pablo y La Inmaculada.

Por la tarde se celebró en la Plaza Mayor el festival propiamente dicho, en el que se disfrutó de parte de los recitales de los grupos participantes. La lluvia amenazó desde el principio del evento y en varios momentos tuvieron que abrirse los paraguas, mientras que parte del público se refugió en los soportales hasta que no hubo más remedio que suspender el acto.

Así, en plena actuación del grupo murciano se tomó la decisión de terminar con el festival, por lo que la agrupación palentina no pudo salir al escenario.

Cabe destacar que, con motivo del centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús en 2015, el año pasado surgió la unión de las ciudades teresianas para dar a conocer la obra y el legado de la santa. Por ello,  para el Festival de Concejo de este año se habían elegido a grupos de tres provincias  de entre las 17 que Santa Teresa eligió para dejar su huella por España en forma de fundaciones conventuales.

Así, en Murcia se encuentra una de las poquísimas poblaciones que tiene un convento teresiano y otro fundado por San Juan de la Cruz, las dos enseñas del Carmelo. La vinculación de Santa Teresa a Toro (Zamora) fue muy estrecha, ya que es uno de los lugares en los que la Santa siempre quiso fundar. Junto con Madrid, allí nació la primera fundación postmortem.

Por su parte, en Palencia fundó y estuvo en otras dos ocasiones, además de ser  la última ciudad en la que la Santa estuvo antes de dirigirse a Alba de Tormes, donde murió.

El grupo anfitrión,  aprovechando esta efeméride, iba a presentar una danza con sus coplillas rescatadas de los archivos conventuales carmelitanos. «La Santa de Ávila es una de esas grandes figuras que han pasado dejando tras sí un surco que sigue  atrayendo a hombres y a mujeres hacia su persona», destacaron.

«Este valiosísimo legado histórico depositado en el monasterio de San José y de Nuestra Señora de la Calle, marcará esta conjunción de tradición, historia y actualidad de las letrillas a Santa Teresa cantadas desde el siglo XVII en el Convento de Carmelitas Descalzas de Palencia», añadieron desde el Grupo Jorge Manrique de Palencia.

El Grupo de Danzas Jorge Manrique nació en 1979  y desde entonces lleva divulgando, investigando y luchando para que no se pierda la cultura tradicional palentina. Por su parte, la Agrupación Etnográfica Don Sancho de Zamora se fundó en 1994, mientras  la Agrupación  El Limonar de Murcia difunde desde hace década la tradición folk de la zona.