Huerta Varona: tras la huella de las termas

Rubén Abad
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Aparecen materiales relacionados con hornos donde se generaba el calor

Huerta Varona: tras la huella de las termas

Un nuevo mosaico y una posible zona de termas centran el balance de la última campaña del yacimiento Huerta Varona de Aguilar de Campoo. Los trabajos se han desarrollado especialmente en el área uno, excavada en anteriores campañas, y en las estructuras de habitaciones existentes en la parte de la fundación del enclave, que se data en el siglo I a.C.; y una segunda, creado tras una posterior reforma, del siglo III d.C., área en la que se encuentra el mosaico y la posible zona de termas.

La campaña de 2019 comenzó la última semana de agosto y se ha extendido hasta mitad del pasado mes de octubre. En ella se ha contado con la colaboración de un grupo de 22 jóvenes procedentes de toda España, del campo de trabajo concedido por la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León, a través del Instituto de la Juventud. Desde entonces otros seis arqueólogos del Imbeac y dos colaboradores han estado investigado el yacimiento romano aguilarense.

El director de la intervención arqueológica, el doctor Jesús F. Torres, explicó que el descubrimiento de un mosaico el pasado año, que parece asociado a otros tipos de materiales, podría indicar que el yacimiento fuese un Vicus romano, o poblado con zona administrativa para dar servicios a las granjas de las cercanías. Además, en él podría haber existido una zona de baños, algo que demuestra la gran importancia que tuvo el asentamiento romano en la zona.

Tras la toma del castro de Monte Bernorio, ubicado en el municipio vecino de Pomar de Valdivia, por las tropas del Emperador Augusto durante las denominadas Guerras Cántabras, Huerta Varona supuso la continuación del poblamiento en esta comarca, una vez destruido el oppidum. 

POSIBLES TERMAS. Fernández Torres apuntó la existencia de termas, con otros materiales encontrados este año como los later columnaris que indican la posibilidad de que se conserven restos de las cámaras de los hornos donde se generaba el calor que servía para calefactar los baños. 

Además, en campañas anteriores ya se recuperaron materiales latericios de ese tipo. En general se acepta que este tipo de ladrillos son unos elementos muy destacados y característicos de los edificios de baños. Unos indicios que se estudiarán con una experta en la materia, según han avanzado desde el Imbeac.

Otro de los descubrimientos de este año se ha efectuado en la cata dos del área uno, donde se ha hallado una canalización para la distribución de aguas limpias o para la evacuación de aguas sucias. Una canalización que se extiende bajo el yacimiento, pues transcurre por la habitación con suelo de mosaico y por debajo de todos los niveles de construcción identificados.  Eso demuestra que la trama urbana estuvo planificada antes de la construcción del Vicus y que lo primero que se realizó fue esa canalización.  

El Consistorio de Aguilar, de la mano del Imbeac, ha realizado cuatro campañas arqueológicas para estudiar el yacimiento. El objetivo era documentar su estructura y la historia de su ocupación y de sus habitantes, algo que permite avanzar en el conocimiento sobre el inicio y desarrollo de los núcleos rurales hispano-romanos.