«Era inconcebible que, en pleno siglo XXI, las aguas de muchos de nuestros pueblos se sigan vertiendo sucias al río». Estas palabras del alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, resumen a la perfección el sentir de muchos ayuntamientos de la Montaña Palentina que demandaban la puesta en funcionamiento de sistemas de depuración para preservar sus acuíferos, lo que se traduce en unos cauces «limpios» y a la recuperación de la biodiversidad de las masas de agua del territorio.
La Junta de Castilla y León ha atendido a esta demanda histórica con la licitación por 4.390.421 euros de los sistemas de depuración en 46 localidades del espacio natural pertenecientes a siete ayunantamientos: Brañosera, Cervera de Pisuerga, La Pernía, Polentinos, San Cebrián de Mudá, Triollo y Velilla del Río Carrión, que firmaron ayer en la Delegación Territorial de la Junta en Palencia el convenio de colaboración con el que el proyecto echará a andar. El plazo de ejecución es de 30 meses y la intervención beneficiará a una población total cercana a los 7.000 habitantes, 6.775 para ser más exactos.
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio es la impulsora de la intervención. Esta financia los trabajos previstos, con la colaboración del Instituto de Transición Justa, a través de la Sociedad Pública de Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl). Este último organismo se encargará, además, del mantenimiento de las instalaciones durante un plazo de 25 años, con un coste aproximado de 100.000 euros cada anualidad. Una actuación de obligado cumplimiento por la que los consistorios implicados recibirán una ayuda que cubre la mitad de los costes previstos.
tres tipos de depuradoras. Alguno de los pueblos objetos del presente convenio de colaboración posee varias vertientes, por lo que se instalarán varios sistemas de depuración en él.
En cualquier caso, la solución adoptada en cada una de las intervenciones atiende a criterios de minimización del impacto ambiental para mantener el estado originario de ríos y arroyos. Asimismo, se priorizarán los sistemas compactos de depuración, puesto que estos permiten la adopción de elementos prefabricados que simplifiquen y faciliten el proceso constructivo en una zona cuya climatología exige la reducción de los plazos de ejecución.
De este modo, el proyecto plantea diferentes soluciones adaptadas a la población equivalente atendida. Así, las localidades de menor tamaño, es decir, las que cuentan con un padrón por debajo de los 300 habitantes, contarán con un tratamiento primario consistente en un tanque imhoff. Dicho de otra forma, una fosa séptica moderna.
Para las actuaciones en entidades locales comprendidas entre los 300 y 600 habitantes, se contará con un tratamiento primario y otro biológico extensivo consistente en un humedal artificial. Finalmente, para aquellas localidades que superan los 600 vecinos o con condiciones orográficas que no permitan otra solución extensiva, se apostará por un tratamiento primario, otro biológico intensivo de lechos bacterianos y decantador secundario.
UNA PRIORIDAD
Para la Junta, la depuración de espacios naturales se sigue considerando como «valor especialmente protegible» y se pretende seguir «ayudando» a los pequeños municipios ubicados en ellos que no disponen de medios suficientes, según destacó el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez, quien destacó también que para la administración autonómica «todo lo relacionado con el medio ambiente es una prioridad absoluta».
Reconoció, asimismo, que «aún queda mucho trabajo por hacer» y se refirió también al turismo rural, del que la Montaña es un referente. «No se puede plantear un turismo rural de calidad con unos pueblos que no depuran sus aguas», señaló.
De esta manera, la solución adoptada por la Junta, a través de los proyectos de obras que ahora licita Somacyl, atiende a criterios de minimización del impacto ambiental en la zona, con el objetivo de mantener en su estado originario los ríos y arroyos de cada espacio natural.