Un búnker para un legado único

Laura Burón
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El Archivo Histórico Provincial celebró ayer su día con una jornada de puertas abiertas y una visita guiada que permitió acceder a los depósitos normalmente restringidos

Un búnker para un legado único - Foto: Óscar Navarro

Once kilómetros de documentos es lo que custodia el Archivo Histórico Provincial y una parte de ellos se pudieron ver en el día de ayer en la jornada de puertas abiertas del centro y en la visita guiada en la que participó más de una treintena de personas.

 El director del Archivo y archivero, Juan José Ruano, fue el encargado de guiar a los visitantes por el edificio y de explicarles qué es lo que exactamente se custodia en el edificio de estilo brutalista ubicado en la calle Niños de Coro. El recorrido discurrió por la sala de investigadores y por otra zona del archivo de acceso restringido, los depósitos, donde se custodian en tres plantas gran variedad de documentos creados a partir de 1503, año en el que los Reyes Católicos obligaron a guardar los protocolos notariales de los escribas, origen de los actuales archivos históricos y tras comprobar su utilidad se fueron añadiendo documentos de otras procedencias. «No estamos aquí para guardar un tesoro porque no tendrían razón de ser. Lo que hacemos es garantizar los derechos de la gente y ayudarles en sus búsquedas y consultas», explicó Ruano, en referencia a que lo que se guarda en este lugar es de dominio público y tiene una gran utilidad para la ciudadanía.

Tras pasar por la sala de investigadores, en la que los interesados pueden solicitar un documento y consultarlo ante la atenta mirada de quienes velan por que se trate con el cuidado que merecen, los visitantes accedieron a la primera planta del edificio donde en tres depósitos se conservan miles de documentos, el más antiguo del siglo XIII. 

El Archivo Histórico Provincial comenzó con su labor en el año 1931 y se instaló en su ubicación actual en 1990. En él se pueden consultar «muchos tipos y variados documentos y de distintas procedencias», explicó el director.

Así, comentó que la documentación de las administraciones está catalogada como patrimonio documental, «y tiene tanta importancia como el patrimonio artístico y como él, es de todos», aclaró.

Entre todo lo que se archiva, ordena, organiza y conserva en el Archivo Histórico hay 14.000 protocolos notariales, la documentación histórica de Hacienda, la de los Juzgados y la de la Subdelegación del Gobierno, en general, de todas las ramas de la Administración del Estado, así como la relativa a la provincia palentina correspondiente a la Junta de Castilla y León. Pero hay más, también se guardan archivos como todos los proyectos del Colegio de Arquitectos, y de otros órganos colegiales como el de Abogados, del Catastro y de las instituciones eclesiásticas y también fondos provenientes de donaciones de particulares, entidades y fundaciones, que sobre todo ceden colecciones de fotografías.

Información muy útil. Para apoyar sus palabras, Juan José Ruano mostró distintos documentos, como una carpeta con información sobre el Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, un cartel de una corrida de toros de los años 60, un programa del Teatro Principal de 1953, un plano de una dehesa o el mapa de Villamuriel de Cerrato. De hecho, explicó que los archivos más consultados son los referentes al catastro, «por cuestiones de delimitación de terrenos y parcelas, pago de impuestos...» Y es que investigar en el pasado puede ser muy útil en el presente. Por eso, la documentación sobre cómo eran los edificios, las ciudades, los bosques o los caminos puede dar soluciones a los ciudadanos de hoy y como explica Ruano, «la documentación contemporánea es la más solicitada». También guardan archivos censurados durante el franquismo y todo lo relacionado con las desamortizaciones.

A este archivo en papel que está protegido por grandes medidas de seguridad para evitar el temido fuego, pero también la humedad, hay que sumar que el Archivo Histórico también dispone de un laboratorio fotográfico y de una biblioteca auxiliar con más de 8.000 volúmenes de temática palentina.

El director del Archivo Histórico también quiso dejar claro que el centro está abierto a la ciudadanía y no solo para los investigadores y lamentó que del trío que conforma con biblioteca y museo «el archivo sea el más desconocido», si bien explicó las diferencias. «Aquí no podemos dejar que la gente coja la documentación y se la lleve, porque es única y original. No hay copias o no hay posibilidad de hacerlas», señaló.

Y sí lo que quieren es consultar cualquier ejemplar de Diario Palentino, sepan que es en el Archivo Histórico Provincial el que guarda los ejemplares microfilmados. Aunque esta labor le corresponde a la biblioteca un problema con los archivos digitalizados obligó a trasladarlos.