Philipsen se lleva un trabajado esprint en mojado en La Vuelta

Europa Press
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El belga se convirtió en "Marathon Man" en la meta de Puebla de Sanabria tras conquistar la decimoquinta etapa, la más larga de la presente edición y pasar más de 6 horas sobre la bicicleta, mientras que Primoz Roglic se aferró al liderato

Philipsen se lleva un trabajado esprint en mojado en La Vuel - Foto: PHOTOGOMEZ SPORT

El ciclista belga Jasper Philipsen (UAE-Team Emirates) ha ganado este jueves la decimoquinta etapa de La Vuelta ciclista a España, disputada entre Mos y Puebla de Sanabria sobre 230,8 kilómetros, con un final al esprint pasado por agua tras una larga jornada que no provocó cambios en la general, liderada por Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Trabajó mucho el pelotón para echar abajo la fuga y a su último representante, un Mattia Cattaneo (Deceuninck-Quick Step) que fue cazado a 3,4 kilómetros de meta, y Philipsen se llevó el triunfo por delante de Pascal Ackermann (BORA-Hansgrohe) y Jannik Steimle (Deceuninck-Quick Step).

Quizá el UAE-Team Emirates de Philipsen no fuera el equipo que más aportó en la caza, con más protagonismo para el BORA-Hansgrohe en este sentido, pero en cuanto vieron que había opciones de llegada masiva, activaron su tren y Philipsen, bien colocado en segundo plano, fue el más listo de la clase.

Frío, aunque no tan intenso como se había previsto, pero sobre todo agua y niebla intermitentes hicieron que los 230,8 kilómetros de esta maratoniana etapa se hicieran aún más largos. El recorrido, lleno de repechos y puertos, se endureció con el clima y el viento de cara que atizó a los ciclistas.

Costó fraguar una escapada pero, finalmente, trece corredores lograron meterse en la fuga buena. Entre ellos, Luis León Sánchez y Alex Aranburu (Astana), José Joaquín Rojas (Movistar Team) y Jonathan Lastra (Caja Rural-Seguros RGA), más Guillaume Martin (Cofidis) y el propio Mattia Cattaneo (Deceuninck-Quick Step).

El italiano, decimoctavo en la general provisional, no era ninguna amenaza, pues el grupo de fuga llegó a tener 5:30 minutos de margen sobre el pelotón. Aún así, demostró estar fuerte y a 32 kilómetros de meta atacó a sus compañeros de escapada y mantuvo un pulso con ellos y el pelotón. Hasta ese fatídico punto de 3,4 para la línea en Puebla de Sanabria, en el que fue neutralizado.

Por el tiempo, y por una supuesta mancha de aceite en el piso, la organización decidió que los tiempos se tomaran a falta de 3 kilómetros para la meta. Esto propició que muchos ciclistas, entre ellos los aspirantes a la general, pudieran relajarse y que el grupo de velocistas, luchando por la etapa, tuvieran más campo de batalla.

El danés Michael Morkov, del Deceuninck-Quick Step, fue el primer en lanzar su embestida, pero se quedó sin fuerzas. En cambio, Jasper Philipsen, a sus 22 años y tras ser segundo en Ejea de los Caballeros, cogió la trayectoria idónea hasta celebrar, emocionado, su victoria. Ni Ackermann, especialista puro, pudo con el belga.

 

Guillaume Martin gana la montaña   

El francés Guillaume Martin (Cofidis), que se metió en la fuga, sumó el punto que le hacía falta para asegurarse la clasificación de la montaña. Lo logró en el Alto de Padornelo, y quien vestirá el maillot de lunares azules en Madrid tiene ahora 55 puntos de ventaja sobre Tim Wellens (Lotto Soudal), con sólo 54 puntos en juego.

De cara a este viernes, la decimosexta etapa saldrá de Salamanca y llegará a Ciudad Rodrigo tras 162 kilómetros. Menos recorrido, pero un perfil de media montaña con dos puertos de entidad. Primero, el Puerto de El Portillo (2ª) y, después, el Puerto de El Robledo (1ª) con rampas de hasta el 12 por ciento en 11,7 kilómetros de subida.