Los 19 centros educativos de la provincia pertenecientes a la red de Escuelas Católicas Castilla y León han comenzado el curso escolar 2021-2022 con normalidad y sin sobresaltos después de dos cursos marcados por la pandemia de Covid. En sus aulas se dan cita  7.169 alumnos (7.319 en el 2019-2020) y 734 profesionales (648), con una representatividad del 32% de la escolarización total en la provincia. Una cifra que, según exponen desde Escuelas Católicas Castilla y León, corrobora la confianza que vuelven a depositar las familias  en un proyecto educativo «común, innovador, de calidad y que se ha mostrado a la altura en los momentos más complejos de los dos últimos cursos».

Desde Escuelas Católicas Castilla y León se confía en que, pese a las dificultades, sea un «buen» curso, ya que los centros cuentan con objetivos claros que eviten incertidumbres. «Además, nos sabemos parte de la gran familia que es la escuela católica», afirma Leandro Roldán Maza, secretario autonómico de este colectivo. «Nuestros centros seguirán caminando centrados en una misión común ya que hemos sabido adaptarnos a las nuevas circunstancias, y a lo largo de este curso mantendremos intacto nuestros objetivos de ser escuelas del cuidado, espacios relacionales y evangelizadores de sentido», asevera. 

Escuelas Católicas Castilla y León valora el reciente anuncio del presidente de la Junta , Alfonso Fernández Mañueco, respecto a que la educación infantil para niños de dos a tres años será gratuita el curso 2022-2023. «Estamos satisfechos de que esta medida pueda ponerse en marcha tras muchos años solicitando la posibilidad real de concertar y hacer gratuita en Castilla y León tanto la etapa de Educación Infantil como el Bachillerato. Aunque sigue siendo posible la concertación del Bachillerato, en nuestra Comunidad se ha apostado por Infantil y deseamos que esa gratuidad se traslade también en forma de conciertos para que todas las familias puedan beneficiarse», comenta el secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León.

El curso 2021-2022 volverá a estar marcado por la situación sanitaria provocada por la Covid-19. Sin embargo, después de dos cursos de crisis, los resultados educativos y de prevención sanitaria pueden considerarse muy satisfactorios, con solo un 1% de aulas de centros concertados de Castilla y León afectadas durante el curso anterior, cifra muy por debajo de lo esperado. Desde la patronal «se reconoce el gran esfuerzo realizado por todos los profesionales de nuestros centros en su trabajo por garantizar la seguridad de todos los alumnos».

Tras un curso de experiencia educativa en pandemia, Escuelas Católicas Castilla y León cree que «los recursos ofrecidos por la administración para luchar contra el virus en las aulas son beneficiosos», pero considera que «deberían ser superiores». Y habla de poner el foco en el mantenimiento y ampliación de esos recursos ya que «no se ha alcanzado la normalidad plena y nuestros centros se han visto sobrecargados para dar una respuesta eficaz a todas las exigencias, en cuanto a medios personales y materiales», y por eso condidera que se hace necesario un mayor número de docentes para desdobles, y un aumento de la subvención destinada a asumir los costes de limpieza derivados de la pandemia, una cifra que «apenas cubrió el 40% de los gastos de nuestros centros el pasado curso».

Escuelas Católicas recuerda que «la libertad de educación y de elección de las familias sigue estando en peligro con la implantación de la nueva ley Lomloe. «La educación en centros concertados es una educación de calidad, complementaria y necesaria para garantizar esa libertad», asegura. «Confiamos que en Castilla y León se mantenga, consolide y se convierta en hechos el apoyo inicial de la Junta para garantizar la protección de un sistema educativo exitoso en su conjunto, que se sustenta y se complementa gracias a la calidad, equidad y equilibrio que ofrecen las dos redes, pública y concertada», concluye.