El tramo fronterizo de la A-73 estará en 11 meses

Rubén Abad
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Los trabajos en el tramo Pedrosa de Valdelucio-Báscones de Valdivia, que deberían haber terminado en 2019, están aún al 56%, pero el ritmo de construcción es alto

El tramo fronterizo de la A-73 estará en 11 meses - Foto: Patricia González

La reactivación del sector de la construcción tras el parón obligado por la Covid-19 parece haberle sentado muy bien al único tramo en obras de la A-73 (Burgos-Aguilar de Campoo). La ejecución de la infraestructura entre la localidad burgalesa de Pedrosa de Valdelucio y Báscones de Valdivia, ya en territorio palentino, va viento en popa y si hace un tiempo la sensación de autovía era casi imperceptible, hoy en día se constata más que nunca. Los 11,95 kilómetros que transcurren por elValle de Valdelucio se encuentran al 56% de realización y se espera que puedan estar listos en el mes de septiembre de 2021.

 

Pese a las buenas sensaciones que se transmiten hay que recordar que palentinos, burgaleses y cualquier conductor que lo desee deberían de disfrutar de esta conexión desde el verano de 2019, por lo que si las previsiones se cumplen, lo harán dos años después de lo firmado en un primer momento.


Mientras tanto la imagen apreciable en el límite con la provincia palentina muestra ya los carriles por donde circularán los vehículos, las infraestructuras -pasos superiores, inferiores, desvíos- ya casi terminadas y una multitud de camiones cargados con arena, tierra y grava que no hacen más que ir y venir. 


Los trabajos de drenaje transversal ya están completados, así como la puesta en servicio de los desvíos necesarios para poder completar la totalidad de las obras del tronco de la autovía. Hace tres semanas, los empleados de Ferrovial-Agroman vertieron una primera capa de asfalto y tierra para definir los carriles, y durante esta última se continuó con los trabajos de asfaltado. También centraron sus esfuerzos en el afianzamiento de los taludes que acompañan al tronco principal de la autovía, los drenajes longitudinales, la explanada y los firmes. No obstante, todo depende del cielo, ya que es muy probable que la ejecución deba detenerse durante el periodo invernal dadas las duras condiciones meteorológicas venideras.

 

Si todo sigue a este ritmo, y contando con el parón de uno o dos meses -con pequeños trabajos menores- las previsiones ponen el foco en el próximo septiembre, dentro de once meses, como fecha estimada para que entre en servicio. Una vez que se complete la infraestructura caben dos opciones: bien que se mantenga al margen y la circulación siga transcurriendo por la vieja N-627, a la espera de que se terminen los cuatro tramos restantes, o bien que el Pedrosa de Valdelucio-Báscones de Valdivia se realice por autovía. Desde elMinisterio de Fomento no se pronuncian en un sentido u otro, mientras que fuentes de Ferrovial apuntan a que el tramo podría emplearse sin inconveniente si así lo dictan los mandatarios. De ser así, se daría la paradoja de que los aproximadamente 71 kilómetros que separan Burgos yAguilar de Campoo, 22 ya estarían listos (10 entre la variante de Quintanilla Vivar y Quintanaortuño y los 12 citados anteriormente).No obstante, el conductor que viene de Burgos empezaría en autovía, luego tendría que incorporarse a la carretera nacional entre Quintanaortuño y Pedrosa de Valdelucio -unos 43 kilómetros-, enganchar en este punto con la A-73 para salir en Báscones de Valdivia y cubrir los 6 kilómetros restantes hasta Aguilar de Campoo por la N-627.

 

El resto, en standby

La imagen de obras a todo trapo, camiones yendo y viniendo y las primeras capas de asfalto ya sobre el firme del tramo en obras contrasta radicalmente con el estado de los otros cuatro tramos aún pendientes. El más problemático es el último, que une Báscones de Valdivia con Aguilar de Campoo.Pese a ser apenas 6 kilómetros, Construcciones y Obras Subterráneas (Cyopsa) se comprometió a su ejecución en solitario ya que la otra empresa que formaba la UTE adjudicataria inicial, Tecnología de la Construcción ( Teconsa), no sobrevivió a la crisis. Pese al arranque, la mercantil finalmente renunció a los trabajos a primeros de 2018.«Se requiere la contratación de servicios de actualización de los proyectos», apuntan fuentes del Ministerio de Fomento consultadas por este periódico, lo que dilatará aún más una posible licitación.


En cuanto a los otros tres, comprenden la distancia entre Quintanaortuño -donde actualmente culmina el único tramo operativo en suelo burgalés- y el inicio del que se construye en estos momentos. No obstante, su situación es casi igual de mala: dos se encuentran aún en redacción y otro, el de Quintanaortuño a Montorio, en periodo de información pública, aunque su licitación es aún lejana.

 

Los últimao avances que se han registrado sobre este último son relativos a la conclusión del expediente de información pública del proyecto de construcción, 16 meses después, lo que cierra -por fin- la vía administrativa del documento. No en vano, el Ministerio de Fomento sometió a información pública el proyecto de construcción de este tramo de la autovía en abril de 2019, hace ya más de un año y medio. 

 

El anuncio, que firma el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Oriental, recoge ordenar que el proyecto de construcción que se presente para su aprobación definitiva sea completado durante su redacción final de acuerdo con algunas prescripciones como diseñar las obras de conexión final del presente tramo con la actual carretera N-627.