En el Museo de Arte Contemporáneo de Carrión de los Condes puede visitarse la exposición de Iván Huerta Raíces en un retrovisor, en la que, como explica el dibujante, pintor y filólogo, repasa su obra reciente desde el territorio en el que nacieron sus padres. «En la zona hay mucha gente que me conoce, y lo que quiero es que sepa lo que hago», comenta sobre la muestra. En esta, hasta el 31 de mayo pueden verse óleos, carboncillos y sanguinas; casi una treintena de obras.  

Su última exposición fue hace cinco años, en la biblioteca pública de Palencia, y algunas obras que colgó entonces también pueden verse en la ciudad jacobea. Figura (desnudos, retratos de sus abuelas) y paisaje conforman la propuesta (no ha incluido ni caricatura ni viñeta).

«Lo más nuevo son los paisajes al óleo, en los que he buscado ser lo más fiel a lo que veo», explica el artista, que comenta asimismo que este género es lo que quiere trabajar en verano. «Pinto en los ratos que encuentro cuando las otras tareas me lo permiten, con sesiones de seis-siete horas los fines de semana, y otras a diario de una hora-hora y media».

«Exponer ayuda a darse a conocer y, de alguna manera, obliga a trabajar; de otra manera,  dos cuadros no hubieran salido», señala y subraya que, pese a que el mercado de la pintura está «bastante parado», no lo va a dejar de intentar; «no puedo vivir con ella pero sin ella tampoco», subraya.