Era su quinta tarde en Palencia y quizá ha podido ser la más completa
Van pasando los años para bien y para mal y eso hace que las cosas te pillen con un poquito más de madurez. Y esa experiencia que vas acumulando te aporta solvencia delante de la cara del toro. Además, la cuadra se encuentra a un altísimo nivel y eso siempre ayuda a que las tardes salgan redondas como la de hoy. Cierto es que recuerdo otra tarde en Palencia de cuatro orejas que también fue muy importante. 

Toros distintos y faenas diferentes
Así ha sido. El quinto de la tarde, al que he desorejado, fue un animal más suave que el anterior, con mucha calidad. Y esas condiciones me permitieron estar más a gusto con él, dado que todo lo que le hacía se podía vender más.

Lo de Bambino con ese toro, increíble. Vamos, que la gente salía bailando al son de ese caballo...
Es un caballo relativamente joven que hoy ha dejado su sello en esta plaza. Pero no ya solo por sus bailes, sino por lo valiente y lo puro que es: siempre dando el pecho, en todos los palos se mete el toro debajo y da ese toque de emoción, pero sin salirse de ese concepto de pureza que siempre me ha caracterizado a mí y a mis caballos. 

Con el segundo estuvo certero con el rejón de muerte, no así con el primero. Una pena
Pues sí, creo que de no haber fallado con la espada en el primero del lote le hubiera cortado también las dos orejas. El toro fue muy redondo, transmitió mucho y me permitió construir una faena muy bonita de la que ha disfrutado el público.