Lolita vuela sola

Concha Barrigós (EFE)
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La actriz debuta tras la pandemia como empresaria con la productora Lerele y la obra 'Llévame hasta el cielo', con el objeto de «dar de comer a la Cultura y generar trabajo»

Lolita vuela sola - Foto: Chema Moya

En tiempo de crisis hay que arrimar el hombro. Y eso es lo que ha hecho Dolores González Flores, Lolita, al crear la empresa Lerele Producciones. «Hay que dar de comer a la Cultura, generar trabajo y no tirarse por la ventana» durante el confinamiento, sentencia la actriz, quien apunta que ya metió «la pata una vez poniendo una tienda». «Ahora meto mis ahorros en lo que sé», subraya.

Lolita (Madrid, 1958) presentó ayer la productora y la obra con la que empezará a trabajar, Llévame hasta el cielo, junto a su autor, Nacho Llorente, el director, Juan Carlos Rubio, su compañero en escena, Luis Mottuola, y Juan Jiménez, director del Teatro Galileo, que reabrirá sus puertas mañana con este montaje.

«Esto es mi vida desde los 17 años y trabajo en lo que me gusta y quiero trabajar. No invierto en joyas, en casas, en coches, en viajes ni lujos», así que decidió invertir sus ahorros en el teatro.

«Montar una productora hoy en día no vale tanto, simplemente hay que tener ganas. He metido lo que he ganado con La fuerza del cariño o Tu cara me suena. Solo mis ahorros, ni bancos ni ertes», destacó.

Los que se dedican a esa profesión, es decir, «los cómicos y los titiriteros», tienen, en su opinión, «la obligación» de «generar trabajo»: «Llevo en esta profesión 45 años y hay que dar de comer a la Cultura, mimarla y quererla, que no se muera. Hay que hacer cosas y reinventarse porque nadie te va a venir a llamar a la puerta».

Para su debut como empresaria eligió la misma obra en la que estaban trabajando para hacer «un audiovisual», es decir Llévame hasta el cielo, que protagonizarán ella y Mottuola en el Galileo hasta el próximo 30 de agosto para seguir luego su gira por España con La fuerza del cariño.

Es un trabajo con «intríngulis», como decía su madre, Lola Flores, y a ponerla en pie la ha ayudado mucha gente, entre ellos su hijo Guillermo, autor de la música original, y su hija, Elena, que pone la voz en off. «Han estado todos a una conmigo y desde el primero al último me han hecho precio de amigo», se ríe la artista, feliz de la amistad, la complicidad «y el desinterés» que le han demostrado: «El universo ha conspirado para que saliera adelante».

Su compañero en el escenario subrayó que están muy ilusionados con el nuevo proyecto y que todos tienen «mucho trabajo por delante» y deseó que «ojalá esto se contagie y se haga en muchos más sitios».

El director del montaje precisó que lo que está pasando es una especie de «milagro», orquestado por «esa fuerza de la naturaleza» que es Lolita, que le llamó para hacer «el audiovisual» de Llévame hasta el cielo y hace un mes le dijo que también «tenían» que montar para el teatro la obra de Llorente.

«Este espacio al aire libre, con un aforo del 60 por ciento aproximadamente, unas 250 sillas, es perfecto para hacer una obra que es entretenimiento, un gran homenaje a El apartamento de Billy Wilder», y puedes verla mientras tomas algo. Animo a todos a volver al teatro, a volver a la vida», añadió.

El escenario está ocupado por un ascensor de 18 metros cuadrados y en él Marcelo y Ángela debaten sobre la libertad y la culpa y sus límites, según el autor de la obra, que cree que «no pueden hacerla otros actores» que no sean Lolita y Mottuola «porque fue escrita para ellos de forma consciente».

Llorente aseguró que le parece «un sueño» lo que ha ocurrido con esta pieza, que primero fue «teatro para leer», luego «audiovisual» y ahora un montaje en el que está involucrada gente «de primera línea de este país».

«Es una cuasi comedia por su lenguaje pero la historia va más allá. Una mujer desquiciada aparece en un ascensor donde hay un hombre y empiezan a hablar de libertad, de género, de maltrato y de muchas más cosas», describió Llorente.

Es, apostilló Lolita, «humor negro y muy inteligente en la que el hierro, las miserias, no desaparecen».

El «audiovisual» se estrenará una vez que la obra termine estas primeras funciones, a las que esperan que «en un futuro» sigan más, «y se va a cobrar por verlo y una parte irá destinada a ong relacionadas con el virus», destacó Lolita, que no dio más más datos sobre su estreno.