El cierre de Madrid limita las reservas de turismo rural

J. Benito Iglesias
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Algunos alojamientos salvan el puente del Pilar en la Montaña Palentina con turistas de Cantabria, Galicia o País Vasco y se prevé una ocupación baja en el sur de la provincia

El cierre de Madrid limita las reservas de turismo rural - Foto: Jose Luis Estalayo

El puente del Pilar, todavía con temperaturas suaves, no invita  demasiado al optimismo en cuanto a una ocupación alta en los alojamiento de turismo rural. Solo algunas casas de alquiler completo y hoteles rurales consultados por PD en la Montaña Palestina afirman que, en determinadas zonas, se salvan los tres días con grupos o familias que buscan estar juntos y con seguridad, procedentes de Cantarina, Galicia o País Vasco. 

El tradicional éxodo de madrileños no será posible por el confinamiento que alcanza a casi cinco millones de habitantes y varias reservas de esa comunidad se han anulado y otras esperadas no han llegado, especialmente en Tierra de Campos y el Camino de Santiago. Las dos colectivos que aglutinaban al sector -la Asociación Palentina de Turismo Rural (Apatur) y la Red de la Montaña Palentina- ya no funcionan y entre  los propietarios de negocios hay opiniones muy dispares.

Pueblos como Támara de Campos -que tuvo un buen verano- y otros como Frómista o Carrión, donde hubo pocos peregrinos y muchos menos turistas que otros años, no prevén una buena ocupación, salvo que lleguen reservas de última hora, ya que se cancelaron muchas y varios turistas llamaron preguntando si la provincia de Palencia estaba confinada como la capital.

Mejor en la montaña. Por el contrario, otros alojamientos, como es el caso de tres casas rurales de alquiler completo en Cordovilla de Aguilar, que ofrecen rutas de naturaleza complementarias, estarán al completo con grupos gallegos y vascos. En algunos pueblos como Cervera de Pisuerga, Aguilar y comarca y el valle de Santullán se espera una buena ocupación, mientras que en Mudá y sus aledaños son más bien pesimistas, al igual que en Velilla del río Carrión.

De seguir con los confinamientos perimetrales en capitales en octubre -que no suele ser un mal mes de ocupación- muchos de los alojamientos de  turismo rural se plantean permanecer cerrados temporalmente al no existir la demanda esperada de clientes. Pese a que lo rural se haya puesto de moda a raíz de la pandemia de la Covid-19, las cifras de reservas -salvo en verano y según qué zonas- no son altas y  lo que abundan últimamente son llamadas para  preguntar si se venden casas por parte de gente que quiere residir en pueblos.

 

Las actividades de aventura están bajo mínimos

El daño que ha causado la pandemia del coronavirus no es solo a corto plazo por las restricciones de movilidad y de aforo. Así lo señala José González, uno de los promotores de actividades de aventura en la Montaña Palentina, propietario del Parque Ferroviario de Barruelo y gestor en concesión del Robledal del Oso en Cervera de Pisuerga. «Todo lo que teníamos de Palencia, que se había incrementado, y de grupos  por agencia, se ha anulado. De Cantabria, como hay una norma que suspende las  actividades extra escolares, este año y el que viene no habrá nada», explica.

A su juicio, el turismo rural no tuvo un buen verano pese a lo que se diga. «La gente ha hecho salidas de un día a pasear por la montaña sin alojarse tanto por miedo. Los restaurantes se llenaron, pero con el aforo al 50% se trabajó menos», dijo.