Ilia Galán

Ilia Galán


El hueco arbólico

11/10/2021

Bello, muy bello es el palacio de la Diputación de Palencia, un edificio monumental que guarda a nuestros dirigentes en sus dependencias, construido no hace mucho, pero en aquellos tiempos en que unían estilos buscando la belleza y no construían solo con simple y tedioso vidrio o láminas de plástico o aburridos cementos. El neoplateresco de principios de siglo, algo barroco, ensalza el palacio de la gobernanza y da a la ciudad esperanza por su prestancia.
Cerca, el mercado canta canciones de antaño y es centro importante para paseantes y visitantes, mas al lado de los grandes ventanales déjanse ver unos huecos que fueron cubiertos con felpudos verdes, como si fuesen de fresca hierba, más falsa que quienes gobiernan la nación, a menudo traidores. Los arbolitos que ahí estaban han desaparecido, dejando sus muñones tristes en el suelo, como heridas arbólicas: tristes pensamientos. 
En estas páginas una fotografía denunciaba hace poco su triste ausencia. Lo fácil es taparlo con piedra o asfalto, en un nuevo desierto urbano. Me gustan las fotos que señalan lo que necesita una localidad, porque a veces quienes organizan se olvidan o desentienden y así, delante de todos, su conducta se afea y se obliga a enmienda. Es una de las labores del periodismo: informar y denunciar, para poder corregir y mejorar.
Tal vez no sea adecuado plantar árboles porque así taparían un hermoso edificio, o bien que sean de talla menuda y caducifolios, como los que se requieren en calles estrechas y cerca de viviendas, pues así, cuando no es requerida la sombra, dejan pasar la luz. De este modo, dejan pasar la luz del sol en invierno y en verano la sombra cobija a los viandantes. No siempre hay que poner árboles. Depende. No hay que tapar monumentos o lugares bellos, pero tampoco la ventana de alguien sin dejarle ver la calle al hallar en invierno un matojo oscuro que le agobie. No se trata de convertir la ciudad en selva sino de hacerla más habitable y bella.
Otra opción es plantar arbustos floridos, como las adelfas. Pero los tocones o huecos son tristones y afean lugares hermosos que han de representarnos a todos.