Por segundo año consecutivo las condiciones meteorológicas -bien por precaución el anterior o porque llovía este- impidieron la celebración de la procesión de La Oración del Huerto, que organiza la Real, Muy Antigua, Venerable y Dominicana Cofradía Penitencial de la Vera Cruz, de Nuestra Madre de la Iglesia, del Niño Jesús y de la Resurrección de Cristo.  Unos 15 minutos antes de la hora prevista para que saliera, el hermano mayor, Agustín Ramos, anunció la suspensión, al tiempo que citó a quienes allí se concentraban a asistir en San Pablo a un acto con la presencia del Lignum Crucis. 

Este salió en procesión de la sede la Vera Cruz hacia el templo dominico, donde se celebró un momento de oración y recogimiento en torno al Monumento, dirigido por Luis Miguel García Palacios, subprior  del convento,  en el que participaron los cargadores de la Virgen, los de la Cruz y unos niños. Después tuvo lugar un minuto de silencio por Cayo de Juan (fue hermano mayor de la Vera Cruz durante 25 años y falleció el 30 de diciembre del pasado año) y los demás hermanos difuntos. Textos bíblicos, reflexiones y música en un acto en respuesta a la suspensión del desfile procesional.  Señalar, que el minuto de silencio por Cayo de Juan estaba previsto cuando los cofrades levantaran la Santa Vera Cruz-Lignum Crucis para salvar los hitos de los Cuatro Cantones. En este céntrico rincón es donde mayor es la expectación que despierta la procesión y donde aguardan desde horas antes para verla. 

Entre los cofrades de la Vera Cruz, la resignación se daba la mano a la ilusión que no se pierde -ya se piensa en la del año que viene-. Una procesión de muchos pasos, y voluminosos, que tampoco se pueden mover dentro de la iglesia. La Oración del Huerto saca a la calle once pasos y es una muestra completa de los momentos o  más importantes de la Pasión, en una imaginería que abarca desde el siglo XV hasta nuestros días.