No pudo el Destino Palencia sorprender al Leyma Coruña, el poderoso segundo de la tabla, que hizo valer su larguísima rotación y un tremendo potencial físico para dejar sin premio el esfuerzo morado en su penúltimo duelo de la primera fase.
El duelo comenzaba con los palentinos muy concentrados tanto en defensa (extraordinario el tapón de Nico Richotti ante la penetración de Zach Monaghan con el 5-5 en el marcador) como en ataque. Los primeros triples morados veían el aro (tres aciertos en el primer periodo, dos de Preston Purifoy y uno más de Sean Smith), creando de esa manera más amenaza ofensiva que la que generaba Sasa Borovnjak en la pintura.
Y de esa manera los locales, aunque con el Coruña siempre a su lado, comenzaron llevando la iniciativa desde el 2-0 hasta el 19-15 (máxima diferencia palentina hasta entonces). Para entonces el técnico visitante, el exmorado Sergio García, ya había podido presumir de fondo de armario, mostrando a una decena de sus jugadores. Y eso que todavía no había aparecido Osvaldas Matulionis.
Tras el 19 -19 con el que finalizaba el primer cuarto, los coruñeses apretaron en el segundo, en el que empezaba de nuevo dominando el Destino Palencia (24-21), pero conjunto visitante marcaba un parcial de 0-8 para darle la vuelta al tanteo y situarse con la máxima diferencia de la tarde (24-29), motivando el tiempo muerto de Arturo Álvarez, que detenía el encuentro por primera vez a 5:42 del descanso. Aún aumentaría la renta el Leyma Coruña hasta los nueve, con un parcial que llegó hasta el 0-12 (24-33), hasta que lo rompían dos tiros libres de Purifoy a poco menos de tres minutos del intermedio.
Despertó el conjunto local antes de que la situación se le escapara de las manos y, con un triple del propio Purifoy (que en un duelo muy físico era quien mejor aguantaba el tipo en los locales y acumulaba 13 puntos -19 al final-), los locales se acercaban (29-33). Quedaba 1:44 para el final y, tras el tiempo muerto de García, el Destino Palencia se acercaba (32-35). Finalizaba el cuarto con un último ataque coruñés que rubricaba Gaizka Maiza con un triple desde la esquina (32-38).
El conjunto visitante había calcado dos periodos de 19 puntos y llegaba destacado al descanso, gracias a su gran aportación desde el banquillo (nueve anotadores, por los seis palentinos). Y así se reanudaba el encuentro, con el equipo gallego subiendo todavía más el listón físico, lo que poco a poco fue mermando las opciones palentinas de cara al aro. Personalizaba ese poderío Augustas Peciukevicius, autor de los cinco primeros puntos del Coruña en la reanudación, respondiendo a la primera canasta de Borovnjak. Un mate en contraataque de Romaric Belemene situaba el 34-45.
Arturo Álvarez detenía el choque con esa máxima renta de 11 puntos. Y su equipo, que nunca le perdió la cara al partido, pese a su evidente inferioridad física (curiosamente, al final del tercer periodo el equipo palentino sumaba cuatro faltas más, 17-13), con Lucho Massarelli entrando en ebullición anotadora (ocho puntos en esos diez minutos), recortó la distancia para evitar que su rival cogiera velocidad de crucero y se alejara definitivamente (42-48). A continuación apretaban de nuevo los visitantes (46-55). Y respondían los locales (49-55) a base de tiros libres. Se puso a cinco el Destino Palencia (51-56), pero en la última jugada el Coruña le dio el balón bajo el aro al gigantón Gary McGhee y su mate estableció el 51-58.
En el cuarto periodo lo intentó hasta la extenuación el conjunto palentino, que se vio 13 abajo (51-64), pero su rival cerraba las líneas de pase y en el cuerpo a cuerpo no tenía nada que hacer. A 4:30 el técnico local agotaba su último tiempo muerto (54-68). Su equipo se acercó (62-70), demostrando coraje hasta el final (66-76).