Hace dos semanas los dos clubes capitalinos, referencias femenina y masculina en su deporte, Club Balonmano Palencia Femenino (CBPF) y Club Deportivo Balopal, firmaban un acuerdo para la creación de la Academia de Balonmano de Palencia.
Es decir, que unían fuerzas, mediante una Comisión de trabajo, para colaborar en la formación de jugadores y entrenadores, optimizar recursos, reforzar la imagen de su deporte y, en definitiva, tratar de crecer de la mano, manteniendo cada uno su independencia como club.
COORDINADORES. Beatriz Arroyo (CBPF) y Fernando López (Balopal), ambos entrenadores de base, serán las cabezas visibles, coordinadores desde uno y otro club.
En resumen, explica Beatriz (Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Maestra de Educación Física, Técnica en Educación Infantil, enseña en el Módulo de Técnico Deportivo en Fútbol Grado Medio y Superior): «Es un punto de unión en aspectos comunes, relativo a compartir espacios, horarios... Se busca optimizar los recursos, también los humanos. Formar más o mejor a los entrenadores y en los desplazamientos poder compartir autobús. Lo que tenemos en común, masculino o femenino, aprovecharlo».
Amplía Fernando (economista, 28 años, entrena desde los 17, con 18 dirigía al Balopal sénior, como su compañera ha forma parte del cuerpo técnico de las selecciones regionales y tiene el carnet de Nivel 2): «Lo principal son los recursos humanos. Tenemos un volumen de técnicos con una serie de conocimientos, y se trata de sacar provecho, que los jugadores y jugadoras disfruten de esos conocimientos. Por ejemplo, que Fernando Hernández pueda dar una sesión de tecnificación a los extremos. Formar a la gente de forma estándar, pero abiertos a aprender, porque cuando compartes con otro club descubres cosas nuevas». Todo ello «manteniendo los principios de cada club. No se van a tomar decisiones estratégicas que signifiquen un cambio total, vamos a mantener nuestra independencia».
Porque, añade Beatriz, «es el mismo deporte, el mismo funcionamiento, la misma logística. Y nos estábamos perdiendo cosas que podíamos aprovechar los unos de los otros». La manera de hacerlo, en el aspecto de las instalaciones, «si el CBPF -explica el coordinador del Balopal- mañana necesita pistas y nosotros ese día tenemos un horario más libre, es tan fácil como intentar que donde antes teníamos una pista completa con 12 jugadores, ahora pueda haber 12 niños y otro grupo de 12 niñas y no 60 niñas en una misma pista. La mitad la paga uno y la otra mitad el otro». O, a la hora de tratar con las instituciones, «yendo de la mano, no es lo mismo ir con 300 que ir con 500 jugadores». Y, sin queja alguna, «sí se puede hacer más, siempre conscientes de la situación actual», reconoce él.
ESTRUCTURA. En la Comisión, junto a los coordinadores, explica ella, «habrá tres miembros de cada club. Y la toma de decisiones será conjunta, para buscar siempre lo mejor, aprovecharnos de lo que antes no se aprovechaba. Habrá coordinadores generales, federados y de escuela».
Dentro de la estructura indica él, «esas seis personas no vamos a tener un cargo remunerado por estar ahí, solo como entrenadores, por entrenar al equipo que tengamos. Y entre las seis que haya un diálogo para hallar consenso». «Tenemos que huir de la idea de depender de una figura», apunta ella. E incide Fernando, «me ha pasado, estando de responsable, que te vuelves un poco miope. Con seis visiones, te enriqueces». Además, entrenando, recalca Arroyo, «en el día a día, así conoces el funcionamiento».
Sin miedo a los cambios, sin cerrarse a otras ideas. «Ser abiertos al exterior -comenta López-. Quizás es lo más difícil. Lograr que aunque queramos fijar un estilo o forma de trabajo, seamos capaces de mirar a otros sitios y lo que hacen. A veces los entrenadores somos reacios. Queremos que se formen, que beban de otras fuentes, ahí está la evolución».
ADAPTACIÓN. Aunque lo primero es que los clubes se adapten a la nueva situación.
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