El protagonismo de la buena letra

DP
-

Mañana se cumple el 200 aniversario del fallecimiento de Torcuato Torío de la Riva, natural de la localidad de Villaturde y considerado un extraordinario y universal calígrafo

El protagonismo de la buena letra

Calígrafo, pendolista y escribano. Este 28 de marzo se celebra el 200 aniversario del fallecimiento Torcuato Torío de la Riva, natural de la localidad de Villarturde, quien desempeñó varios cargos en la Corte y es autor de varios libros, entre los destaca Arte de escribir por reglas y por muestras, que por orden de  Carlos IV se distribuyó como libro de formación a todas las escuelas.

Víctor Martínez, profundo conocedor del personaje, ya que lleva más de 30 años buscando documentación de su vida y obra, explica a Diario Palentino que Torío de la Riva nació en la mencionada localidad palentina el 1de abril de 1759 y que en Carrión de los Condes cursó la primera enseñanza y latín. Su tío segundo, Pedro de la Riva, residente en Valladolid, se le llevó con él y le puso a cursar la carrera de Leyes en easa universidad. La muerte de su tío, en 1776, le obligó a dejar los estudios y en 1779  se desplazó a Madrid, donde contrajo matrimonio con Josefa de Torres, con quien, posteriormente, regresó a Valladolid hasta que en 1782 fue llamado por el conde de Altamira para destinarle a su Archivo.

En este repaso a la trayectoria de Torcuato Torío de la Riva de la mano de Víctor Martínez, hay que mencionar que en 1788 fue nombrado escritor de Privilegios del Consejo y Cámara de Indias y en 1796 revisor de Letras Antiguas. «Cinco años después pasó a ocupar el cargo de escritor de Privilegios del Consejo y Cámara de Castilla y en1803 el de  revisor de Firmas y Letras sospechosas. Poco después, en 1806, fue nombrado vocal de la Junta Central de Primera Enseñanza y en 1808 salió deMadrid a causa de la invasión napoleónica», explica.

Otros hitos en el itinerario vital de este hijo de Villaturde fueron el nombramiento, en 1812,  como  secretario de la Junta Interina de Administración y Gobierno de laHacienda Pública, cargo al que renunció a los pocos días. Ese mismo año fue designado archivero de Rentas Generales y de la Superintendencia de Hacienda. En 1814 Fernando VII  le eligió como oficial segundo del Archivo de la SecretaríadeEstado y del Despacho de la Guerra en el Departamento de Indias y cinco años después oficial archivero de la misma Secretaría y Despacho. 

«Torío y su mujer, que, por cierto, no sabía escribir, ni firmar siquiera, (curiosa circunstancia para el mejor calígrafo español), otorgaron testamento el 6 de febrero de 1811 y codicilo el 25 de marzo de 1820, tres días antes de su muerte. Dejó dos hijos varones, uno presbítero y otro soltero, y una hija casada. El presbítero, Marcelino, fue su primer biógrafo», concreta Víctor Martínez. 

valor. «Torío publicó y trabajó varias obras de tipo literario, pero debe su fama a las de tipo caligráfico, entre las que destaca su obra cumbre: Arte de escribir por reglas y con muestras, publicada en 1783, cuando contaba 24 años», señala Víctor Martínez, que se hace eco de lo que dice el académico Emilio Cotarelo: «La maravillosa hermosura, aire y gracia de la letra de Torío hizo que su aparición fuese saludada con elmayor entusiasmo y declarada como modelo único a que ya podía aspirar en el arte de escribir». «Los mejores calígrafos del mundo han sido los españoles, y entre estos Torío es, indiscutiblemente, la figura máxima», incide.

 «El trabajo de Torcuato Torío tiene un valor impresionante por su minuciosidad y estilo, la humanidad que transmite en sus láminas manuscritas a personajes de su época, los sentimientos que deja entrever, el patriotismo demostrado durante la invasión francesa que tuvo que abandonar por  tres veces Madrid», apunta Martínez, que insiste en la «gran importancia» del personaje, sobre todo «porque puso su empeño en la enseñanza de la escritura; que hemos pasado de escribir con plumas de ave al ordenador en las escuelas».

El Ayuntamiento de Villaturde encargó en 1848 a Jesús Muñoz Alonso recopilar datos y documentos de Torcuato Torío, trabajo que quedó plasmado en un mural en el que resalta el documento de la Secesión de San Mamés de Campos. En 2009, con motivo del 250 aniversario de su nacimiento, fue homenajeado.

Existen varias biografías, como El calígrafo Torcuato Torío de la Riva. Una faceta de su vida profesional, de Juan Carlos Galende Díaz y publicada por Tello Téllez de Meneses, y aparece, entre otros, en  Historia Ilustrada del libro escolar en España, de Agustín Escolano Benito y Enseñanza de las primeras letras en España  en la segunda mitad del siglo  XVIII (Sylvie Imperator-Prieur, Universidad de Mompellier).