La economía autonómica podría retroceder a niveles de 2004

David Alonso
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Las estimaciones del vicepresidente de la Junta,FranciscoIgea, de una posible pérdida de «entre el 25 y 33%» del PIB regional supondrían la merma de entre 16.000 y 21.000 millones

Imagen de una calle vacía con una grúa al fondo, en Soria. - Foto: Eugenio Gutiérrez Martínez

La crisis sanitaria derivada del coronavirus lleva camino de generar un boquete sin precedentes en la economía de Castilla y León.Aunque todavía se encuentre en una fase inicial –el pico de casos se espera para dentro de dos o tres semanas–, recientemente el número dos del Gobierno autonómico, Francisco Igea, se atrevió a estimar un impacto en la economía de Castilla y León de entre el 25 y el 33 por ciento del PIB. O lo que es lo mismo, la crisis del Covid-19 podría restar al Producto Interior Bruto de Castilla y León entre 16.000 y 21.000 millones de euros, devolviendo a la Comunidad a niveles de 2004, cuando la región generó productos y servicios por valor de 46.400 millones de euros. «La pérdida de ingresos va a suponer un impacto económico muy grande, y es probable que se entre en recesión», alertó Francisco Igea durante una intervención ante los medios.

Una postura, la de aventurarse con cifras, que no comparte el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), SantiagoAparicio, que insiste en que la magnitud del impacto económico en la Comunidad «dependerá del tiempo que vayamos a estar parados». «El cierre de grandes empresas como hemos visto estos días claro que da miedo, y por eso exigimos una inyección de liquidez desde las Administraciones públicas para salvar a todas, a grandes y a pymes», explica el dirigente patronal, que insiste en reclamar al Gobierno central y autonómico que actúe con «valentía» en las medidas para evitar una sacudida mayor en la economía regional. Al respecto, recientemente la Junta anunció la inyección de 100 millones para dar liquidez a 3.000 empresas a través de Iberaval y el ICE, así como el aplazamiento del pago de los impuestos de Sucesiones y Transmisiones Patrimoniales a 38.000 contribuyentes.

Más allá de la propia crisis, otra de las cuestiones importantes de todo parón económico es la recuperación que viene a continuación. Una variable que desde Cecale aseguran que no tendrá nada que ver con la crisis de 2008. «Esto es una crisis de oferta, cuando se haya recobrado la normalidad la gente se va a lanzar a consumir», aseguran desde la patronal, que recuerdan como la de hace una década fue una crisis de demanda que no tiene nada que ver con la actual.

Una postura que también comparte el profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valladolid (UVa), RamiroGarcía, que reconoce que en 2008 las empresas estaban muy endeudadas y esa situación «ahora no se da». «Estamos ante un choque externo que no tiene nada que ver con las imprudencias de nadie», explica el docente, que, al igual que Santiago Aparicio, reitera que lo más importante para conocer el impacto económico será conocer cuanto tiempo están las empresas paradas. «No es lo mismo 15 días que un mes o dos», añade, al tiempo que reclama medidas para evitar que «el sistema colapse». «Cualquier cifra que se diga actualmente no tiene base, porque, insisto, la clave es la duración del problema», remata García.

Por último, el decano-presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, considera urgente establecer medidas fiscales de carácter temporal, «que transmitan tranquilidad al empresario y a la población» y necesario «que los mercados bursátiles permanezcan cerrados a nivel mundial hasta que la pandemia sea controlada y disminuya al objeto de evitar un crack bursátil de consecuencias impredecibles».