Veinte siglos debajo de casa

E.M.
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La excavación realizada en un solar de la calle Menéndez Pelayo, donde está prevista la construcción de un bloque de viviendas,revela la existencia de vestigios romanos y medievales, que se entremezclan con restos modernos y contemporáneos

Veinte siglos debajo de casa - Foto: Sara Muniosguren

Palencia es una de las más antiguas ciudades de la península. Su origen se pierde en la prehistoria y entre las leyendas de los pueblos prerromanos. Pero los abundantes restos arqueológicos encontrados confirman su antigüedad. En el Museo Arqueológico se muestran interesantes cerámicas y fíbulas celtibéricas y bronces y terra sigilata vacceos. Pero son sobre todo los restos romanos los que avalan la importancia de una amplia y profunda romanización.

De ahí que no sorprenda que, en distintos espacios del centro capitalino, aparezcan restos de esos orígenes palentinos, especialmente en torno a la catedral y zonas aledañas.

Una nueva muestra acaba de aparecer en la calle Menéndez Pelayo, donde un promotor inmobiliario se disponía a construir un edificio de viviendas y, como era previsible inicialmente, se ha topado con restos de distintas épocas, destacando los de origen romano y medieval.

Tras adquirir el solar y solicitar la oportuna licencia de obras al Ayuntamiento, el empresario recibió el visto bueno. Eso sí, teniendo en cuenta que ese permiso está supeditado a la actuación arqueológica en cumplimiento de la normativa. Gran parte de la ciudad se enmarca dentro del Espacio de Especial Protección por sus vestigios arqueológicos. En este caso, la calle se encuentra dentro de la zona  de protección B, lo que obligó a realizar una excavación de sondeos en el 10% del solar.

«Se realizaron ocho catas para comprobar los restos que había en el terreno y los resultados arrojaron claras muestras de una zona con restos romanos y otra con restos medievales, modernos y contemporáneos», explica a Diario Palentino Luis Alberto Villanueva, responsable de la empresa Antequem Arqueología y Medio Ambiente y director de la excavación.

Con estas conclusiones se remitió el informe a la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que determinó que la parte del edificio que se iba a vaciar se ampliase en estas zonas al 50%, el mismo porcentaje que es necesario desarrollar en los espacios delimitados dentro de la zona de protección A, que es la que potencialmente tiene más posibilidades de albergar restos.

De esta manera, tal y como explica Luis Villanueva, lo que se ha localizado en el terreno de Menéndez Pelayo al ampliar la excavación son dos espacios diferenciados. En uno aparece una calzada romana cortada por una fosa contemporánea.

«Se han podido constatar restos de una calle del entramado urbano romano de la ciudad del siglo I, una vía que está cortada por el norte y por el sur, por lo que solo pueden apreciarse dos pequeños espacios», argumenta el director de la excavación. Villanueva añade que se trata de restos romanos excesivamente alterados, pues se entremezclan con restos contemporáneos, y que el espacio está amortizado en época tardorromana para construir en la zona una canalización.

Las catas, que han terminado la semana pasada, han permitido sacar a la luz estos restos y deducir que «se trata de una calle en sentido este-oeste, que podemos relacionar con las excavaciones llevadas a cabo en calles limítrofes como Pedro Romero, donde salieron restos de otra calle paralela a la que ahora se ha descubierto y que generaría la manzana romana», explica Luis Alberto Villanueva.

Por su parte, el otro espacio que en el que se han realizado catas ha permitido localizar restos romanos cortados por un gran hoyo de cronología medieval. Allí se detectan restos bajomedievales como un horno y estructuras alrededor, así como un molino. En el resto del terreno se deducen restos  de construcciones modernas y contemporáneas, como un gran sótano o una carbonera, pues con el tiempo se comenzaron a levantar muros de edificios de finales del siglo XVIII y luego del XIXy XX.

 

 

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