Un dividido Israel elige su futuro

Agencias
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Netanyahu pretende revalidar el cargo en los comicios más disputados de los últimos años, en los que la alianza centrista podría poner en apuros a un 'premier' que se perfila como ganador

Un dividido Israel elige su futuro - Foto: AMIR COHEN

Israel celebra hoy elecciones legislativas, quizás las más disputadas de los últimos años, en las que el actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, intentará garantizarse la reelección, pese a los esfuerzos de la coalición centrista liderada por Benni Gantz y Yair Lapid de sacarle del poder.

Cerca de 6,4 millones de personas están convocadas a las urnas para decidir sobre el continuismo del premier conservador,que ocupa el cargo desde 2009 -con un mandato previo de tres años durante la década de los 90-, o el cambio representado en dos exgenerales que pretenden volver a negociar la paz con Palestina.

Los sondeos apuntan un reparto similar de escaños entre los dos grandes bandos, si bien la disposición del espectro político hebreo beneficiaría a Netanyahu, debido a los mayores respaldos con los que cuenta la derecha. De conseguir revalidar el cargo, el dirigente superaría a David Ben Gurión, padre fundador de Israel, como primer ministro con un mandato más largo al frente del Gobierno de Tel Aviv.

A pesar de que en los primeros días de campaña su candidatura se vio sacudida por el anuncio del fiscal general, Avichai Mandelblit, de que tiene intención de imputarle por corrupción, la popularidad del premier ha aumentado de nuevo en las últimas semanas. Además, desde marzo, ha recibido varios espaldarazos desde el extranjero, especialmente por parte del presidente de EEUU, Donald Trump, que reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

El primer ministro ha buscado movilizar a la derecha nacionalista -incluidos sectores ultranacionalistas del espectro político- frente a lo que considera «izquierda», la que a su juicio representa al Partido Azul y Blanco, que es en realidad una plataforma centrista. 

Netanyahu ha puesto también en el centro de su agenda la seguridad, como ya hiciera en campañas anteriores -cargando contra Hamas y Palestina-, y este fin de semana puso sobre la mesa la anexión de los territorios ocupados en Cisjordania.  De esta forma, ha logrado aparentemente movilizar a un electorado que, si bien no le dará la mayoría absoluta -algo muy complicado-, sí parece que le dará el mandato de intentar formar un nuevo Ejecutivo, algo que intentarán evitar Gantz y Lapid, que con su alianza buscaron consolidar una plataforma para aquellos votantes que se oponen a las políticas del premier.  

Gantz, antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel y una figura militar muy respetada en el país, decidió dar el salto a la política en 2015 para intentar apartar del poder a Netanyahu, un esfuerzo que se vio reforzado posteriormente a raíz de su alianza con Lapid, lo que impulsó a su partido en las encuestas. Ambos alcanzaron un pacto según el cual el primero sería primer ministro durante dos años y medio y cedería el testigo al periodista para el año y medio restante. 

La coalición se presenta como una alternativa «libre de corrupción» y también apela a la seguridad, pero sobre Palestina aboga por retomar las negociaciones de paz.