Carlos Fernández se ha convertido a sus 24 años, en su tercera campaña en el CDBecerril, en todo un veterano, un centrocampista con gol, habitualmente con el dorsal ocho a la espalda, que el pasado domingo salía desde el banquillo para rubricar en el tiempo de descuento con un certero cabezazo el definitivo 2-2 ante el Mirandés B.
Aunque pese a marcar, la alegría no fue plena, porque «creo que debíamos haber ganado.Perdimos dos puntos más que ganar uno. Nos adelantamos en la primera parte y viendo cómo habíamos estudiado el partido, lo mínimo era sacar los tres puntos. Aunque al final casi estaba perdido y quizá ese punto nos acabe dando la salvación». El equipo era consciente de que «los primeros partidos podíamos aceptar que iban a ser muy complicados, pero en este teníamos que sacar algo. A ver si en el siguiente, ante La Virgen, podemos conseguir los tres puntos».

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