El proyecto de Cines Outdoor OMY terminó el pasado día 26 después de todo un verano ofreciendo un gran número de espectáculos y emisiones cinematográficas que han conseguido llevar al público una forma de entretenerse y adquirir cultura de una manera más que segura para los tiempos pandémicos que vivimos: al aire libre. La acogida por parte del público en esta edición del programa, que es la segunda, ha sido «realmente positiva», en palabras de Javier Margareto, responsable de OMY, situado en el polígono industrial. «El proyecto nació el año pasado después de la cuarentena más larga y, ya desde el primer momento, teníamos en mente que iba a ser un plan con vistas al futuro, no solo para un año. Ya en la primera edición la acogida fue muy buena, pero este año ha sido incluso mejor», comenta Margareto. El programa ha contado con 11 actuaciones en directo de monologuistas, así como un buen número de proyecciones de películas e, incluso, estrenos de algunos largometrajes al más puro estilo comercial, como si de una sala de cine convencional se tratase. Esta es una de las causas por las que Margareto considera que ha aumentado el éxito del programa. «Este año la gente ya nos conocía y empezaba a sentirse cómoda aquí acudiendo a los espectáculos. Además, hemos contado con proyecciones en estreno, por lo que los espectadores prefería venir aquí, al aire libre y con buena temperatura, en vez de encerrarse en un cine», comenta. Añade también que «como era de esperar, los monólogos de J.J. Vaquero y Jesús el Negro han sido los mejores recibidos, pero también eran los más conocidos». Sin embargo, apunta que todos los monólogos han tenido «mucho éxito»

FIN DEL SEGUNDO AÑO. El proyecto OMY de este verano se clausuró el día 26 con un monólogo, pero su director asegura que desde mayo del próximo año se estarán ofreciendo otra vez espectáculos al aire libre. «Al ser propietario también del Ortega no quise tener eventos en los dos sitios a la vez. Además, notamos que a principios de septiembre, por la noche, comienza a refrescar y los espectadores cada vez se animan menos. Por eso es mejor dejarlo para el siguiente verano otra vez», afirma. Por último, añade que tiene previsto multiplicar por tres el número de eventos que se celebren allí, de manera que, por ejemplo, si solo había monólogo un día a la semana, a partir del verano que viene habrá dos, y así con todos sus espectáculos