Un sueño que crece

Esther Marín
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'La 8 Palencia' cumple un cuarto de siglo ofreciendo un producto cercano y de calidad para una audiencia que se mantiene fiel

Un sueño que crece - Foto: Sara Muniosguren

En la última década, la televisión, tal y como estaba concebida, ha experimentado un cambio considerable. La llegada de la TDT, el auge de las plataformas de streaming o los nuevos modelos de consumo han cambiado completamente el sector. A ello se suma el comportamiento de los espectadores, que obliga a las cadenas a adaptarse a un mercado en constante evolución, donde es imprescindible innovar.

En este entramado, la televisión local ocupa un espacio importante, más cuando el espectador tiene un lugar preferencial en cuanto al consumo, lo que implica una presencia constante en la vida de una ciudad. Ese es uno de los objetivos planteados por La 8 Palencia, el canal de televisión de la provincia, que cumple 25 años con el compromiso de seguir ofreciendo un buen producto a los ciudadanos.

Cercanía, actualidad y profesionalidad son los principales ingredientes con los que la cadena local cautiva a una fiel audiencia, siempre adaptándose a los tiempos, las necesidades y la demanda de los ciudadanos.

«Cuando comenzó este proyecto, a muchos les sonaba a locura, a algo pasajero que no duraría mucho tiempo. Pero, lejos de ser así, lo que se ha demostrado es que con trabajo, esfuerzo y profesionalidad se ha logrado fraguar un entramado de comunicación acorde a los tiempos», argumenta Carlos Martín Santoyo, director de La 8 Palencia, cargo que asumió en 1995. Hay que añadir la implicación de la audiencia y de los clientes, que siempre han estado apoyando a la televisión local y que le han permitido «llegar a buen puerto y con una buena salud».

En este cuarto de siglo, los formatos se han ido modificando acorde a las propuestas del mercado, siempre con dos ejes sobre los que seguir creciendo y en los que centrar su trabajo. De esta manera, la información es el pilar que da sentido y sobre el que se sustenta la programación de la cadena, que presenta contenidos veraces y contrastados.

«La programación local obliga a ser muy precisos y a comprobar los datos con exactitud, pues se trata de noticias que afectan a vecinos, a gente con la que te encuentras en la calle cada día. Eso lleva implícito una doble responsabilidad», indica Álvaro Lantada, jefe de Informativos desde hace diez años.

El otro eje es el del entretenimiento, cuyos espacios buscan estar en la calle, al lado del ciudadano, para darle voz y protagonismo y ofrecerle una plataforma en la que mostrarse a la provincia.

«El entretenimiento es un campo muy amplio y, por ello, en la programación se puede encontrar humor, entrevistas, cultura y actualidad; cualquier colectivo que tenga algo que contar sabe que tiene una ventana abierta a través de La 8 Palencia», argumenta Nacho Blanco, responsable del Magazine.

Así, la televisión local cumple el objetivo de atender las funciones básicas de los medios de comunicación: informar, formar y entretener.

Tecnología. El aspecto técnico es la tercera piedra angular de este proyecto, más cuando la evolución en este campo es constante y muy exigente.

«Comenzando del modo más humilde hemos afrontado un avance tecnológico que ha servido para ofrecer una televisión muy digna para los palentinos, que son nuestro verdadero objetivo a la hora de trabajar», subraya Héctor Pérez, jefe técnico desde 2009.

La llegada de la unidad móvil o el cambio de lo analógico a lo digital fueron dos momentos básicos en el desarrollo de este proyecto, permitiendo llegar con más calidad de imagen y sonido, un objetivo en el que siempre se sigue trabajando para ofrecer el mejor producto a todos los palentinos.

Por ello, entre los retos de futuro está emitir en alta definición (HD) y por streaming en Internet. Este es un aspecto en el que se ha avanzado mucho en los últimos años, como lo demuestra la presencia que La 8 Palencia tiene en distintas redes sociales (Facebook y Twitter) y en el canal YouTube, con 14.800 suscriptores, 8.000 vídeos y más de ocho millones de visualizaciones.

«Estamos preparados para un nuevo salto de calidad en breve espacio de tiempo», añade Pérez.

Han sido 25 años de vida, de historias; un cuarto de siglo de información al servicio de los palentinos. Años en los que han pasado por esta casa decenas de personas que han dejado su impronta y han aportado su granito de arena para conseguir llegar donde hoy está La 8, la televisión de Palencia.

 

Un largo camino con excelentes resultados

Año 1987. Por entonces, la Escuela de Oficios Arsenio Revuelta promovida por UGT organizó un curso formativo sobre nuevas tecnologías. Aquellos primeros pinitos se realizaron con un equipo humano liderado por una pieza clave: Jesús Vegas. Profesor de imagen y sonido, su implicación personal supuso que lo que para muchos parecía un sueño acabara siendo una realidad que no ha dejado de crecer desde entonces.

En 1988 y 1989 se llevaron a cabo emisiones esporádicas durante las fiestas de San Antolín, que fueron suprimidas por el Gobierno Civil durante los cinco años siguientes. El año 1994 fue clave en este entramado periodístico, ya que se fraguó lo que después sería Televisión Palencia (TVP), un proyecto al que se sumaron Diario Palentino, ICON SL y Vídeo Jesús, empresa esta última que desapareció y DP pasó a ser accionista mayoritario. A finales de 1998, el Grupo Promecal se hizo cargo de este canal local de televisión que pasó a llamarse Canal 4. Ese paso fue clave en la evolución de esta televisión, dado que supuso el boom definitivo para este medio de comunicación. «Nos puso en la vanguardia de la modernidad en cuanto a medios técnicos e informáticos, además del reconocimiento», subraya Carlos Martín Santoyo, que también vivió en los platós los inicios de TVP con un programa deportivo y, en sus primeros años de director, presentando magazines y otros espacios locales.

En 2009, Canal 4 y Televisión Castilla y León se unieron para crear Radio Televisión Castilla y León, empresa compuesta por dos canales: La 7 y La 8, este último responsable de la programación local.