El país de las mil pesetas

M.C.Sánchez (SPC)
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Con Cecilia sonando en las radios, la película 'Tiburón' triunfando en la cartelera y la era del destape colándose tímidamente en TVE, en 1975 los españoles ponían rumbo a la modernidad

El país de las mil pesetas

En el año 1975, cuando falleció el dictador Franco, un español con 1.000 pesetas en el bolsillo se sentía poco más que el rey del mambo. Con lo que serían hoy seis modestos euros, se podía gastar 10 pesetas en una caña y 100 en una entrada de cine y, aún así, le sobraba para comprarse un disco LP o vinilo, que no era nada barato y rondaba las 300 pesetas.
El salario mínimo anual entonces era de 122.400 pesetas, poco más de 735 euros. Un televisor costaba, dependiendo del tamaño, entre 11.000 y 27.000 pesetas, de ahí que estuviera presente solo en el 80 por ciento de los hogares y las ventas a plazos fueran la opción más recurrente. Lo mismo pasaba con otros electrodomésticos, como la nevera y la lavadora y, aunque en la actualidad suene a ciencia ficción, aún había municipios en el país sin agua corriente en las casas. 
Era otra España, muy diferente a la hoy, en plena ebullición transformadora. Una Nación con las canciones, modas y costumbres propias de un pueblo que comenzaba a desperezarse de la cerrazón política y social del franquismo, y también llena de incertidumbres y ansiedades. Desde ese año, todo empezaría a ser distinto. La sociedad entraría en un torbellino de cambios que la liberarían del cordón del régimen y la pondrían en la senda del país que es hoy.


Música

El tema de Cecilia Un ramito de violetas se convirtió en 1975 en el gran éxito de la canción española, a pesar de encontrarse en el polo opuesto de su más directa y martilleante competidora, Saca el güisqui cheli, del grupo Desmadre 75. Era la época dorada de muchos grandes, como Raphael, Camilo Sesto, José Luis Perales, Sergio y Estíbaliz o Lolita. La mayor novedad musical del momento fue el salto de un guitarrista de flamenco a la popularidad y a la fama mundial con una rumba: Paco de Lucía y Entre dos aguas. Sin embargo, el verano se mantuvo fiel al incombustible Georgie Dann y sus gogós, que arrasaron con Bailemos el Bimbó. Mientras, a miles de kilómetros de España, en Estados Unidos, fue el año de Born to run de Bruce Springsteen.

 

Moda

En el armario de los españoles había también ganas de ruptura con lo anterior. Triunfaban los colores vivos, las gafas grandes, las corbatas anchas, las plataformas y, sobre todo, los pantalones acampanados y las camisas con chorreras.

 

Sexo

Las relaciones íntimas seguían siendo un tema tabú en 1975, sin divorcio y con los anticonceptivos prohibidos. Sin embargo, la presión social de esa España era ya casi incontenible. Entre las mayores abanderadas de la ruptura con el pasado, las folclóricas marcaron el paso. Rocío Jurado y Lola Flores escandalizaban a muchos con sus escotes en sus actuaciones en TVE. Modernas como ninguna, abrieron el camino del cine erótico con Nadiuska como gran icono.

 

Televisión

La televisión única, La 1, aunque ya existiera La 2, constituía el gran pasatiempo nacional. Uno de los mayores éxitos fue El hombre y la Tierra, de Félix Rodríguez de la Fuente, aunque la conmoción llegó con el programa Directísimo de José María Íñigo. Este espacio albergó ese año la archirrepetida actuación del ilusionista israelí Uri Geller, que puso a media España a doblar cucharas con los dedos y a echar andar relojes en desuso con el poder de la mente. Triunfaban entonces series como La casa de la pradera, Kojak y los dibujos de Heidi y Vickie el vikingo. Incluso el teatro tenía un ilustre hueco, en el inigualable Estudio 1.

 

Infancia

En 1975 no existía competencia entre la indiscutible hegemonía de los Reyes Magos y el casi desconocido Papá Noel. Era la época del Magia Borrás, la amplia gama de los Juegos Reunidos Geyper, los clicks de Famobil, las Nancy, los Madelman, el Exin Castillos, el Lego o el maravilloso Scalextric


Cine

En la gran pantalla, muchos cogieron miedo al baño playero tras ver Tiburón, éxito de taquilla en 1975. La gran triunfadora de los Oscar ese año fue Alguien voló sobre el nido del cuco, que se llevó cuatro estatuillas, una cinta de Milos Forman en la que un joven Jack Nicholson brillaba con luz propia. Otros cuatro Oscar fueron para Barry Lindon, de Stanley Kubrik.

 

Coches

En el parque móvil español, 1975 también fue un año de renovación. Viejos modelos como el Renault 4 o cuatro latas dieron el relevo al R-5, que se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de la marca francesa. Mientras, la española Seat pasó del 850 al más moderno y estilizado 127, a la par que en los modelos medios el resistente y pesado 1.500 encontró sucesor en el 124 y el 1430.

 

Deportes

El deportista que despertaba pasiones en 1975 era Ángel Nieto, campeón del mundo por sexta vez en 50 cc. El Real Madrid de Juanito, Amancio, Pirri y Santillana ganó la Liga con 12 puntos de ventaja sobre un segundo poco común, el Real Zaragoza, que conocía entonces tiempos de gloria y que en su campo de la Romareda le endosó un humillante 6-1, precisamente, a los merengues.