El domingo se medirá el grado de irrupción de Vox en el panorama político español. Se crea o no las encuestas, todo el mundo habla del partido de Santiago Abascal, así que Diario Palentino abre su ronda de entrevistas  de cara a las elecciones con su cabeza de lista al Congreso por Palencia, Sonia Lalanda, una abogada con experiencia profesional en Derecho Administrativo y Civil, actual secretaria-interventora en el Ayuntamiento de Monzón de Campos, y experta en negociación y mediación.

¿Está Vox satisfecho de cómo se está desarrollando la campaña?

Estamos muy satisfechos porque la acogida que estamos teniendo rebasa todas las expectativas que podía imaginar. Hay mucha gente que está muy harta del rumbo que está tomando España en general y Palencia en particular, y hay mucha gente dispuesta a promover un cambio.

Aún hay gente que se pregunta qué propone su partido más allá del ¡Viva España!

El ¡Viva España! no es un programa electoral, es un grito de alegría. Nuestro lema y el contenido de nuestra campaña es Por España. El acto de Vox en Palencia demostró que hay muchísima gente que está muy cansada de que este país haya quedado relegado al último lugar, y que la España de interior está harta de que el protagonismo se lo lleven siempre quienes están en contra de nuestra nación: los independentistas.

Hemos aguantado mucho pero ya estamos exhaustos. Por eso el mensaje de Vox es Por España. Es un grito por la libertad, porque las minorías, los lobbies ecologistas, animalistas y los que apoyan una política de enfrentamiento y confrontación entre hombres y mujeres nos están tiranizando. Vox apuesta por la libertad, por la defensa de las instituciones, de la Constitución, y por la igualdad entre los españoles, ya que las comunidades autónomas nos han hecho diferentes, por ejemplo, en el pago de impuestos. Hay millones de españoles que están hartos de esta situación y por eso Vox, más que un partido político al uso, es un movimiento social y cultural. Un puñetazo en la mesa para poner a España en su sitio.

La propuesta fiscal de Vox difiere mucho de la del resto de partidos. ¿Está pensada para que paguen más impuestos los que menos tienen y menos los más ricos?

Los impuestos obedecen a una justicia redistributiva, y Vox está de acuerdo con esa máxima. Lo que no puede ser un impuesto es un acto confiscatorio del Estado o de las comunidades autónomas. Estamos sobrepasados de impuestos y Vox cree que donde mejor está el dinero es en el bolsillo de quien lo gana. Eso es lo que genera riqueza.

Es un planteamiento revolucionario desde la perspectiva de que casi el 93% de los españoles no iba a tener que hacer declaración de la renta gracias a las deducciones. Para las rentas del trabajo hay dos tramos de devengo, uno de hasta 60.000 euros, que es el 22% y a partir de 60.000 euros, el 30%. Con esto se simplifica y se produce una bajada importante de los impuestos, ya que se establecen deducciones en función de las Necesidades Básicas del Contribuyente, desde 7.000 euros para solteros, hasta 18.500 para familias de 5 hijos, algo progresivo y que refuerza la fiscalidad a las familias.

El 100% de los españoles que vivimos de nuestro trabajo vamos a tener una compensación en las rentas, por lo que el que más tiene va a seguir pagando más; sin embargo, el que más trabaja no va a tener que pagar una barbaridad. El sistema actual desincentiva el trabajo y eso se tiene que terminar.

¿Cómo proponen pagar los servicios públicos -sanidad, educación, atención social...- sin impuestos?

Es que una cosa son los servicios públicos y otra el despilfarro de la administración. Yo soy secretaria de un Ayuntamiento, y allí han llegado este verano servilletas y posavasos pagados por la Junta de Castilla y León, es decir, por todos, para una campaña contra la violencia hacia las mujeres. La gente se sorprendería de los cientos de millones de euros que se gastan las administraciones en publicidad y en subvenciones a grupos minoritarios que solo las usan para pagar sus sueldos y ejercer de lobbies.

Y también en mantener las autonomías. Vox tiene hechos los números de lo que hay que ahorrarse en gastos de personal, de gestión y en transferencias, porque ahora vivimos en una administración clientelar y piramidal. Le aseguro que se pueden bajar los impuestos sin que haya ninguna merma de inversiones, de la atención a los gastos prioritarios del Estado y la prestación de los servicios, mejorando el nivel de calidad.

Uno de los temas de esta campaña electoral está siendo la denominada España vacía o vaciada. ¿Cuáles son sus propuestas para atajar el problema de la despoblación?

No hay ninguna varita mágica, pero sí es cierto que si hemos llegado hasta aquí es por la aplicación de unas políticas nefastas. También por un espíritu determinista, por pensar que si tiene que ser así qué le vamos a hacer. Pero no, no tiene que ser así; los primeros que tenemos que darnos cuenta de que esto no puede ser somos los que vivimos aquí.

Desde la administración central debe haber una política tributaria adecuada, en IRPF y Sociedades, que  incentive a la gente que vivimos en la España vacía o de interior. Y un planteamiento razonable de prestación de servicios, que sean de calidad, pero viendo cómo se hacen. Castilla, y en concreto Palencia, tenemos recursos de naturaleza y patrimonio cultural que ya les gustaría tener a otras zonas, pero hace falta una visión global y de futuro, que hasta ahora no se ha tenido.

¿Por qué deben votar a Vox los palentinos el próximo domingo?

Los candidatos de Vox somos personas que viven de su trabajo y no de la política, que hemos dado este paso como un ejercicio cívico, porque somos conscientes de que hace falta que todos pongamos nuestro granito de arena para colocar a España en el lugar que merece por historia y por el futuro de nuestros hijos. Y porque vamos por mal camino. Estamos perdiendo los valores y la libertad. Vox es el partido de la libertad, de la igualdad e incluso de la fraternidad. Y es el partido de la esperanza, porque creemos en una España para todos, con futuro y mejor.