Serafín Zubiri es un cantante navarro que representó al país en  el festival de Eurovisión en 1992 y en el 2000. Además de la música desempeñó otras labores de actor, locutor, presentador y deportista.

Fue uno de los representantes de España en el festival de Eurovisión. ¿Qué sintió al participar en las ediciones de 1992 y 2000?

He actuado dos veces en Eurovisión y fue el impulso para mi carrera. Digamos que gracias a Eurovisión, me pude dar a conocer ante el gran público. Lo que sentí fue el privilegio de poder representar a mi país y también una responsabilidad, por estar en un evento tan importante a nivel mundial. Sobre todo me sentí muy privilegiado por ser la representación de España.

Desde el año 2013, sus conciertos son un tributo al cantante Nino Bravo. ¿Por qué eligió a este artista?

Para mí, Nino Bravo es mi maestro y el artista al que más admiro. Además es el cantante del que más he aprendido a desarrollarme como artista. Tenía la necesidad de hacer algo dedicado a él, de homenajearle y surgió esta posibilidad de hacer estas actuaciones con el acompañamiento de bandas musicales. Es, sin duda, el mejor espectáculo que he hecho y el que más satisfacción me ha dado. También he podido disfrutar del buen recibimiento.

¿Qué siente al cantar las canciones de este artista?

Gracias a este espectáculo he podido colmar mis expectativas como artista y emular a la persona que más admiro, a mi maestro por antonomasia. Me siento pleno como músico, muy satisfecho de haber tenido la suerte de cantar sus canciones. Aunque no es fácil, porque Nino Bravo tenía unos recursos muy grandes como cantante. En sentido figurado, cantar sus canciones es como tocar el cielo.

No es la primera vez que actúa en Palencia, ¿qué siente al volver tres años después?

Estuve allí por última vez en el Teatro Ortega, el 3 de marzo de 2017. Siempre es un placer volver a todas las ciudades en las que actúo, pero en este caso a Palencia, sobre todo porque tengo amigos en la Banda Municipal y tener la suerte de compartir un par de días con ellos es maravilloso. Además, va a ser mi primer concierto tras la pandemia, por lo que tiene un significado especial.

Esta vez toca con la Banda Municipal. ¿Qué expectativas tiene?

Creo que va a estar muy bien, aunque desgraciadamente no nos va a poder ver toda la gente que nos gustaría por los temas de la pandemia, el aforo y de todas  las restricciones que hay. Pero estoy seguro de que  vaya mucha gente o no, los músicos y yo disfrutaremos desde arriba y el público lo pasará bien que es de lo que se trata este tipo espectáculos, porque de verdad que tengo muchas ganas de volver al escenario.

¿Cómo fue la experiencia con la Agrupación de Música de Guardo?

Para mí, la  AMGu es una banda muy especial. He tocado con ellos tres veces y tengo muy buena amistad con sus componentes. Les tengo muchísimo cariño, porque la primera actuación que hice en la provincia de Palencia fue con ellos en Guardo. Son parte de mi familia.

¿Qué ofrecerá al público palentino?

El concierto va a ser tal y como ha sido siempre. Nuestra idea es darlo absolutamente todo, con toda la energía del mundo, como si fuesen miles de personas las que nos ven. Para mí, si cabe, será un poco más especial, ya que es el estreno tras el confinamiento.

El confinamiento ha sido duro. ¿Cómo ha llevado usted el parón de conciertos durante tres meses?

Lo he llevado lo mejor que he podido, he intentado mantenerme activo física e intelectualmente. Me ha servido para reflexionar y para plantearme la vida de una manera más tranquila, con un carácter provisional por la incertidumbre que hay.

 ¿Qué opinión tiene a cerca del trato a la cultura durante el estado de alarma?

El trato que se le ha dado por parte de la gente ha sido bueno, porque el público ha sabido responder al trabajo de los artistas durante los meses de confinamiento.  A nivel político creo que se nos ha relegado al puesto de los últimos de la fila.