Vínculo genético de Gran Bretaña con el Bernorio de Villarén

Rubén Abad
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En el 1000 a.C. grandes oleadas migratorias de Centroeuropa se asentaron en el norte peninsular y atravesaron el Canal de la Mancha llegando a las islas, donde se cruzaron con la población local

Vínculo genético de Gran Bretaña con el Bernorio de Villarén

El mayor estudio internacional de ADN antiguo realizado hasta la fecha, en el que se han analizado 793 muestras procedentes del occidente de Europa, ha revolucionado al sector científico; especialmente a aquellos investigadores que centran sus estudios en la Prehistoria y, más concretamente, en la Edad del Hierro.


Un equipo multidisciplinar con los «mejores» investigadores de Europa occidental, entre los que se encuentra el Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (Imbeac), con el doctor Jesús F. Torres al frente, que ha conseguido demostrar la conexión genética entre los pobladores del oppidun de Villarén de Valdivia con restos hallados en las islas británicas, fruto de una «oleada de emigración» que se produjo mil años antes de Cristo y de la que, hasta la fecha, no había evidencia científica más allá de las hipótesis  -ahora confirmadas- de algunos expertos como Jesús F. Torres.


¿Cómo se produjo aquel movimiento internacional? En torno al 1000 a.C. llegaron hasta el norte de la Península Ibérica procedentes del centro de Europa grandes cantidades de gente procedente del centro de Europa. Estos grupos atravesaron también el Canal de la Mancha para asentarse en lo que hoy es Reino Unido e Irlanda. Previamente, en torno al año 2000 a.C., otra migración, también desde el centro de Europa, había obligado a grupos de pobladores de la fachada atlántica y del norte de lo que ahora es España a emigrar hacia las islas. Un hecho sorprendente, pero del que ya hablaban los antiguos mitos irlandeses, que demuestran que aquellas fábulas en las que narraban la llegada de hombres desde España que invadieron las islas se han demostrado ciertas. 

Vínculo genético de Gran Bretaña con el Bernorio de VillarénVínculo genético de Gran Bretaña con el Bernorio de Villarén


Aquellos emigrantes, en su mayoría hombres, se mezclaron con las mujeres, lo que produjo un cambio genético que perduró en el tiempo. Y es que a los hombres locales no se les permitiría reproducirse, imponiéndose los nuevos individuos. Lo que está por ver ahora es si esto se produjo de forma pacífica o a la fuerza. 


Con un milenio de distancia, dos grandes migraciones cambiaron el contenido genético de los pobladores del centro y occidente de Europa. Las poblaciones actuales del norte de la Península Ibérica provienen genéticamente de estas migraciones. Todos los europeos están emparentados genéticamente.


HUESOS DE 2.000 AÑOS

En esta investigación que traspasa fronteras Monte Bernorio tiene un gran protagonismo aportando nueve de las muestras, siete de las cuales resultaron viables. Un número muy elevado si se tiene en cuenta que en aquella época el rito funerario más extendido era la cremación, por lo que apenas hay restos que se hayan conservado. Y es que, para que el estudio pueda realizarse con éxito, hay que conseguir que tengan materia orgánica suficiente en buenas condiciones para extraer el ADN, lo que después de 2.000 años lo convierte en una tarea muy complicada.


«En eso el Bernorio es excepcional, teniendo en cuenta que se trata de restos óseos de bebés que mueren justo después del parto, lo normal es que hubieran desaparecido por completo, porque algunos son tan finos como un papel», explica Torres. A renglón seguido, asegura que este hecho «sirve para demostrar que el Bernorio es uno de los mayores reservorios de información arqueológica del norte del país, porque los materiales se suelen conservar en unas condiciones excepcionales». A ello se suma su gran «potencial arqueológico», lo que convierte al yacimiento en la «gran enciclopedia de la Prehistoria», que va a estar dando información «privilegiada a futuro».


PUBLICACIÓN EN 'NATURE'

Este estudio internacional se ha publicado en Nature, una verdadera gesta para el equipo Bernorio que sin duda sería «la cima de la carrera de cualquier científico del mundo». El equipo Bernorio involucrado en el estudio de ADN está formado por Manuel Fernández Götz (investigador y director del Departamento de Arqueología de la Universidad de Edimburgo), Silvia Carnicero Cáceres (médico forense especialista en Anatomía Patológica y Antropología Física); Olalla López Costas (bióloga especializada en Antropología Física) y el propio Torres. 


«Nosotros hemos conseguido nuestra primera publicación en Nature y es todo un logro si se tiene en cuenta que el Imbeac es una entidad de investigación creada como una asociación sin ánimo de lucro y con unos presupuestos de investigación muy ajustados», apunta. Pero funciona como cualquier otro centro de investigación: con «trabajo duro, inteligencia e investigadores con mucho talento». Toda una hazaña, más aún cuando los proyectos de investigación del Imbeac «no han recibido ningún tipo de financiación» este año por parte de la Junta.


La investigación no acaba aquí. Se sigue trabajando en un estudio a largo plazo fruto de un convenio del Imbeac con la Universidad de Harvard, con el equipo de David Reich, un genetista estadounidense conocido por su investigación sobre la genética de poblaciones de humanos antiguos. Un proyecto en el que se van a sacar a la luz «resultados extraordinarios» que se irán desvelando durante 2022 y 2023 dentro del compromiso adquirido por el Imbeac de proyectar internacionalmente los yacimientos que estudia en la Montaña Palentina: Monte Bernorio en Villarén de Valdivia, Huerta Varona en Aguilar de Campoo y La Loma en Santibáñez de la Peña.