Nunca en sus 55 años de historia había pasado la central térmica de Velilla del Río Carrión por un momento tan delicado como el actual, con una amenaza de cierre definitivo por parte de Iberdrola que no acaba de materializarse de forma oficial (porque la multinacional energética carece de los pertinentes permisos por parte del Gobierno) pero sí oficiosa.
A la fuga de carbón días atrás con destino a Lada, en Asturias, también de la compañía vasca, de la que han sido testigo los vecinos de la comarca, se suma ahora la salida de materiales y piezas con destino a otros complejos industriales de su propiedad. Se trata, según aseguran fuentes de Iberdrola consultadas por este periódico, de una salida «puntual de material redundante o duplicado, proveniente del taller o grupos electrógenos». Estas mismas fuentes afirman, además, «que en ningún caso afectan a la disponibilidad de la planta».

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