El peor temporal de viento desde enero de 2009 en Cataluña se cobró entre ayer y el pasado lunes tres muertos: dos por la caída de un muro en Terrassa (Barcelona) y una tercera víctima en un accidente de tráfico causado por el vendaval en Vandellòs (Tarragona).
En una rueda de prensa convocada ayer por la tarde tras una reunión del Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Cataluña, el conseller de Interior, Ramón Espadaler, avisó de que «la emergencia sigue vigente», aunque prevé que puedan bajar el nivel: de emergencia a alerta.
Además de estas tres víctimas mortales, un maquinista resultó herido de gravedad al descarrilar un tren entre Les Franqueses y Centelles por culpa de un árbol caído; el hombre tuvo que ser trasladado al Hospital de Granollers (Barcelona).
Los dos muertos de Terrassa -un hombre de 27 años y una mujer de mediana edad- quedaron sepultados bajo un muro que cayó por un «viento sostenido» durante horas y no por una racha puntual, explicó el político.
Por su parte, el maquinista que, según Espadaler, podría sufrir la amputación de algún miembro, resultó herido tras descarrilar el convoy que circulaba entre L’Hospitalet de Llobregat y Vic (Barcelona), según informó Renfe.
El viento provocó también que en la línea R3 se tuviera que habilitar un servicio alternativo por carretera en el tramo entre La Garriga y Vic y, además, la caída de árboles obligó a interrumpir la circulación de trenes en la R4 entre Sabadell y Manresa (Barcelona).
El temporal de viento ha sido el más fuerte del registrado en Cataluña desde enero de 2009, cuando cuatro menores murieron en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) al hundirse una cubierta de un pabellón de béisbol.
Rachas sostenidas.
Uno de los principales problemas del temporal fueron las rachas sostenidas de viento de unos 40 kilómetros por hora durante toda la jornada y eso fue lo que provocó la mayor parte de los incidentes. Así, algunas de las ráfagas más altas se dieron durante el mediodía en Caldes de Montbui (Barcelona) con máximas de hasta 124 kilómetros por hora y de 116 en Monserrat.
La borrasca también dejó sin suministro eléctrico a unos 40.000 abonados en las provincias de Barcelona y Gerona.