La Fiscalía de Palencia ha visto indicios delictivos en la actuación de tres operadores comerciales de ganado de la provincia después de que el Consejo Regulador del Lechazo de Castilla y León detectara supuestamente tras el sacrificio y su posterior entrada en la cadena de distribución comercial de, al menos, 3.200 corderos lechales con su Indicación Geográfica Protegida (IGP) cuando en realidad eran foráneos o de procedencia no aclarada, noticia que adelantó Diario Palentino.

El Ministerio Público ha remitido la denuncia formulada por el Consejo Regulador al decanato de los juzgados para que se abran las correspondientes diligencias por los presuntos delitos contra la propiedad industrial, fraude al consumidor y un tercer delito de falsedad documental.

Como ya publicó el periódico la semana pasada, la denuncia partió del propio Consejo Regulador, que desde 2017 viene detectando en sus controles rutinarios esta operación, que considera fraudulenta, a través de la documentación pertinente una vez sacrificado el ganado para su entrada en el mercado. Hasta ahora, el Ministerio Público ha analizado la actuación de los tres distribuidores, aunque no se descarta que durante la instrucción pueda resultar investigada alguna persona más. Según los últimos datos disponibles, en Palencia se sacrifican actualmente unos 50.000 lechazos al año. Lechazo de Castilla y León es una Indicación Geográfica Protegida (IGP) creada en 1997. Aglutina a 483 explotaciones, de todas las comarcas cerealistas de la región, marcando más de 167.000 lechazos por año. 

La sede del Consejo Regulador IGP se encuentra en Zamora después de haber pasado por Aranda de Duero (Burgos). Se denomina lechazo a la cría de la oveja que todavía mama y su alimentación debe ser únicamente con leche materna. Desde el Consejo Regulador, su directora técnica, Beatriz Sánchez, aseguró a Diario Palentino que a pesar de que la noticia pueda parecer alarmante, la detección del caso es señal de que los controles funcionan. Recuerda que dichos controles son permanentes y constantes y se aplican a ganaderías, distribuidores y sacrificio, tratando la totalidad de las irregularidades según el procedimiento sancionador, lo que se traduce en la garantía de calidad de la IGP.