Educación mantiene su apuesta por la presencialidad segura

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En Infantil y el primer curso de Primaria, los centros constituirán grupos estables de convivencia, con 22 alumnos como norma general, pudiendo llegar excepcionalmente a 25

Educación mantiene su apuesta por la presencialidad segura - Foto: Juan Mellado

La experiencia del curso académico 2020-2021, así como los datos del seguimiento diario que reflejaban la evolución epidemiológica en los centros educativos, pusieron de manifiesto el buen hacer de toda la comunidad educativa. Castilla y León  demostró que era posible conseguir la presencialidad total en las aulas, a pesar de la pandemia provocada por la Covid-19, y que las medidas que entonces se establecieron resultaron ser efectivas. «Hay que agradecer el trabajo de los equipos directivos, de los profesores, de los alumnos, del personal de administración y servicios, que han sabido interiorizar las normas y respetarlas. Al final todos los recursos que se han puesto, como los medidores de CO2  y todas esas medidas han dado su frutos, muy positivos», afirma el director provincial de Educación, Sabino Herrero, que añade que en el 2021-2022 las normas «van a ser muy similares. En la planificación de los grupos hay que tener en cuenta  la promoción y la repetición, que  puede provocar el desdoble de un grupo que no lo estaba, y lo contrario». «El profesorado, con la experiencia que tenía, ha preparado toda la planificación, se lo ha traslado a los equipos directivos, y los inspectores con estos han hecho la  estimación del cupo de docentes, que no sé si será similar, ajustandose a las medidas del protocolo», asevera. 

Ante la llegada del nuevo curso, que cabe esperar se desarrollará en mejores condiciones sanitarias dado el alto grado de vacunación de la población, la Junta establece un nuevo protocolo con todas las medidas que permitan la presencialidad segura en todos los niveles y etapas, haciendo énfasis en la digitalización y la atención personalizada a cada estudiante. Un documento «vivo» que podrá ir adaptándose a los distintos escenarios, según indiquen las autoridades sanitarias en cada momento.

La consejera de Educación, Rocío Lucas, subrayó el éxito de las medidas implantadas y que permitieron a la Comunidad ser una de las pocas que logró «la presencialidad total desde el inicio y la única que lo consiguió si tenemos en cuenta la FP. Que los alumnos de Castilla y León hayan acudido a clase todos los días no ha sucedido por casualidad. Tras ello está la profesionalidad y la ingente tarea desarrollada por docentes, equipos directivos y resto de personal». Esta presencialidad se ha logrado mantener incluso en los momentos más duros de la pandemia, como en el mes de enero, cuando con una alta incidencia en el conjunto de la sociedad, el sistema educativo de Castilla y León apenas tenía el 2% de sus aulas en cuarentena. En Palencia el curso finalizó con un acumulado de alumnos positivo por Covid-19 de 158, y entre el profesorado de cinco.

Al igual que este curso, los centros docentes deberán prestar especial atención a la organización de espacios, el tránsito de personas, el establecimiento de medidas higiénicas y el rastreo de los contagios. Además, se continúa insistiendo en que no acudan al centro aquellos estudiantes, docentes y otros profesionales que tengan síntomas compatibles con la Covid-19, que se encuentren en aislamiento o en período de cuarentena domiciliaria por contacto estrecho. Finalmente, con carácter general se intensificará la limpieza y desinfección, especialmente en baños y en las superficies de mayor uso.

En el primer y segundo ciclo de Educación Infantil y el primer curso de Primaria, los centros constituirán grupos estables de convivencia. El número de escolares por aula será de 22 como norma general, pudiendo llegar excepcionalmente a 25. Cuando la transmisión sea muy baja, estado de nueva normalidad, se permitirá la interacción entre distintos grupos estables de convivencia, sobre todo al aire libre. Además, a medida que los estudiantes cumplan 6 años será obligatorio el uso de mascarillas, para de esta forma minimizar el impacto de un posible contagio en el aula y aumentar la presencialidad de los alumnos en los centros educativos. Se debe respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre el alumnado de diferentes grupos de convivencia estable, y con este objetivo se deberán zonificar los espacios comunes ocupados por cada uno de estos grupos, de tal manera que, ante la aparición de un brote, se pueda aislar todo el grupo, poniendo en cuarentena a las personas, mientras que las demás clases seguirán funcionando bajo un sistema de estrecha vigilancia y alerta. 

distancia. Para el resto de niveles educativos, será obligatorio el uso de mascarilla y en todos los casos se deberá respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre alumnos. El número de estudiantes por aula no podrá sobrepasar las ratios máximas de cada enseñanza. En la organización de estos grupos, se deberá minimizar al máximo el flujo de personas y el intercambio de aulas dentro del mismo y evitar los cambios del alumnado o el profesorado, salvo circunstancias muy puntuales, como puede ser la atención por especialistas o el profesorado de apoyo, entre otros.

Los colegios e institutos continuarán con el establecimiento de tantos accesos como sea posible y todos estarán controlados por personal del centro educativo, procurando mantener la distancia de seguridad durante la entrada y salida del mismo. Asimismo, las llegadas y salidas se realizarán de forma escalonada.

En relación a las actividades en los patios, se dividirán también, en la medida de lo posible, las salidas y regresos del recreo; se minimizará el cruce en pasillos entre el alumnado; y, si fuera preciso, se adaptará o reducirá el tiempo de descanso. En este sentido, están permitidas las actividades deportivas individuales y colectivas, que no impliquen un contacto físico continuado. En el caso de los deportes de equipo, se realizarán con un máximo de 30 alumnos de forma simultánea, con mascarilla y solo al aire libre.

En la prestación de los servicios complementarios de transportes, comedor, madrugadores y tardes en el cole, así como en el desarrollo de actividades extraescolares u otras actividades permitidas en los centros educativos, se cumplirán las medidas recogidas en elprotocolo, además de aquellas que se establezcan en elespecífico que se elaborará al efecto.

Para la realización de actividades con alumnos en escuelas infantiles 0-3 años se tendrán en cuenta los aspectos como la ropa y enseres personales, solicitar a las familias que potencien la autonomía de los alumnos a la hora de ponerse o quitarse parte de su ropa, para minimizar los contactos entre docente y alumno. Cada niño llevará al centro, en una bolsa individual, su propio material (chupete, plato, vaso, babero, ropa de recambio y calzado de uso exclusivo para la actividad en la escuela). Esta bolsa, deberá llevarse todos los días a casa y ser devuelta debidamente limpia.