Palencia cada vez más sobre las dos ruedas

Gabriela Páez
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'Quiero una bici' es una iniciativa que llega desde Holanda para darle una segunda vida a un bien que se convertiría en un residuo con el fin de promover la movilidad sostenible

Palencia cada vez más sobre las dos ruedas - Foto: Sara Muniosguren

El proyecto Quiero una bici llegó ayer a la capital con la entrega de 31 bicicletas clásicas holandesas. Una propuesta cuyo objetivo es transportar desde los Países Bajos estos vehículos de dos ruedas de segunda mano a varias ciudades para animar a la gente a moverse cada vez más en ellas, y así lograr espacios reconocidos para el ciclismo urbano.


La iniciativa nació antes de la pandemia gracias a David Saiz Camarero y Ana Castán. «Antes del Covid-19, viajé a Ámsterdam a visitar a Ana, y cuando volvía tuve la idea de traerme una bici  de segunda mano», comenta Saiz Camarero. Además, agrega que el presupuesto para poder transportar la misma desde la capital neerlandesa era de 200 euros. «Al ver lo que costaba traer la bici, decidí junto a Ana Castán crear el proyecto de Quiero una bici», afirma este apasionado por el ciclismo urbano. 


El reparto se dio ayer en la empresa Fitopal, que facilitó su espacio para poder hacer entrega de las bicis. Alrededor de las dos de la tarde llegó el camión tras haber pasado por  Burgos y Valladolid y la entrega duró desde las 15,30 hasta las 20 horas, siendo asignadas las bicicletas una por una manteniendo las medidas de seguridad. 


La idea en la que se basa la propuesta es que poder moverse en bicicleta de forma segura debería ser un derecho en cualquier lugar del mundo. «Creemos que es un buen primer paso borrar de la mente colectiva el prototipo de ciclista habitual: un hombre de aspecto deportista conduciendo una bicicleta cara y rápida», informa la pareja de amigos mediante la página web Quiero una bici. 


El año pasado fue la primera vez que Ana Castán y David Saiz Camarero se lanzaron a esta aventura, que alcanzó el éxito suficiente como para que se repita. «Las bicis que vienen desde los Países Bajos tienen entre 40 y 50 años, nosotros buscamos restaurarlas para que sigan funcionando el mismo tiempo», comenta el cofundador del proyecto. «De hecho, el año pasado hicimos entrega de una bicicleta que fue construida en 1906», agrega Saiz Camarero. Explica, asimismo, que la razón por la que este tipo de transporte sostenible no se fabrica en el territorio español es debido a que el sector no apoya en exceso la movilidad urbana y, por ello, recurren al traslado desde la capital neerlandesa. «Damos una segunda vida a un bien que se convertiría en un residuo del que es difícil deshacerse y de esta manera, ayudamos a nuestro querido planeta», sentencia.


Las 31 bicicletas que llegaron a la capital poseen una serie de características diferentes a las que los ciudadanos españoles  están acostumbrados a ver. «El ciclismo urbano es distinto al deportivo. En España se usa mucho las bicis para hacer ejercicio, pero las que traemos nosotros  tienen características diferentes», explica David Saiz Camarero. Describe que  cuentan con un asiento que permite ir con la espalda recta durante el trayecto, un freno contrapedal que posibilita frenar pedaleando hacia atrás. «Esta peculiaridad hace que las manos estén más libres permitiendo la señalización en los cruces o cualquier movimiento que sea necesario para el que la conduce», comenta el cofundador de Quiero una bici. 


Además, lleva un cubrecadena que evita que los usuarios se manchen de grasa el pantalón, un portabultos que facilita el transporte de la compra o de cualquier otra cosa durante el viaje y un guardabarros que impide la salpicadura de barro en caso de lluvia. El proceso para obtener una de estas bicicletas se realiza a través de la página web del proyecto, por 30 euros se hace la reserva y, si la propuesta llega a 100 interesados, se planifica el envío. 


El precio total es de 165 euros con transporte incluido desde la capital neerlandesa y, dependiendo de la ciudad, se calcula entre 10 y 20 euros más para su traslado. «Una vez que sabemos que se va a despachar otro conjunto, buscamos las bicis en Holanda, las llevamos a una empresa para arreglarlas y de esta manera poder enviarlas», concluye Saiz Camarero.