El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció ayer el sabotaje contra 10 embarcaciones con suministro de gasolina para Venezuela. 

"Nos sabotearon 10 barcos la semana pasada para que no llegara la gasolina. Ese problema está en vías de solución. Es la persecución a un país", denuncia el presidente de Venezuela durante un encuentro del Alto Mando Político del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). "Nos persiguen los barcos, el barco que traía gasolina (...). Vamos a normalizarlo y a establecerlo definitivamente", ha añadido. 

Maduro ha recordado además los más de 30.000 millones de dólares que "nos han congelado o robado, empezando por Citgo", la filial de la petrolera estatal de Venezuela en Estados Unidos. De igual modo ha denunciado que más de 88 toneladas de oro del Banco Central de Venezuela (BCV) han sido congeladas en Londres. 

Para cercar a Maduro, Washington ha incrementado las sanciones, que limitan el acceso del país a financiación. Esto afecta a la capacidad de la petrolera estatal PDVSA al restringir las ventas de crudo a Estados Unidos. 

La oposición venezolana busca la salida del dirigente en medio de una prolongada recesión que ha generado una crisis humanitaria. Además, trata de proteger los activos en el exterior, cruciales para la recuperación económica. 

El Departamento del Tesoro de EEUU sancionó a PDVSA en enero congelando 7.000 millones de dólares de sus activos y sostuvo que Citgo podría seguir operando, pero sus ganancias serían depositadas en una cuenta que se encuentra bloqueada para el Gobierno de Venezuela. Desde ese momento, ha habido numerosas disputas por el control de esta filial, considerada como el activo más grande de PDVSA en el extranjero.