Con el convencimiento de que el conflicto político en Cataluña «solo se solucionará mediante un referéndum» y señalando que, bajo esa premisa, lo que debe hacerse es volver a votar, el presidente del Parlament, Roger Torrent, defendió ayer su actuación en el 1-O, durante su declaración como testigo en el juicio del procés en el Supremo. 

«No vamos a renunciar nunca a la voluntad mayoritaria en Cataluña, de los catalanes y catalanas, a decidir nuestro futuro», manifestó, tras ser inquirido por la acusación popular, ejercida por Vox, sobre si las leyes de desconexión suponían crear una legislación paralela a la vigente. Así, al ser vuelto a preguntar por si la finalidad de dichas normas era declarar la independencia en la Comunidad, insistió: «Su finalidad era que los catalanes pudieran votar y decidir su futuro». 

Torrent comenzó a declarar a las 16,00 horas, mucho más tarde del momento en el que había sido citado, a las 11;30, debido a las cuatro horas que duró el interrogatorio al exsecretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto. Tras el receso para comer, y pese a que antes de él habían sido citados otros dos testigos, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, dio paso al político catalán y le expresó sus disculpas por la tardanza. 

El presidente del Parlament, que prometió decir verdad, denunció seguidamente que 11 del total de 12 acusados que se sientan en el banquillo han sido diputados de la Cámara, lo que a su juicio supone una «grave distorsión». También expresó su preocupación por el hecho de que todos ellos estén siendo juzgados mientras la extrema derecha -en alusión a Vox- ejerza la acusación en este procedimiento. 

Además, defendió que no hay razones para que el presidente del Parlament pueda inadmitir una iniciativa en la cámara, porque no se puede utilizar una prerrogativa de carácter organizativo como es el orden del día de un Pleno «para decir de qué se habla o de lo que no se habla en un Parlamento». 

En este sentido, al ser inquirido por el abogado de Vox Javier Ortega Smith sobre el hecho de que los letrados del Parlament advirtieran de la posible inconstitucionalidad de algunas propuestas, Torrent se limitó a señalar que estos informes «no son vinculantes» y subrayó que la expresidenta de la Cámara Carme Forcadell «no podía hacer otra cosa que admitir a trámite» las iniciativas del plan independentista.