'Tota Pulchra'

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El segundo capítulo de 'Lux' en Santa María del Camino de Carrión de los Condes reúne 17 obrasde autores como Pedro Berruguete, Felipe Bigarny, Juan de Juni y Juan de Roelas, entre otros

‘Tota Pulchra’ - Foto: Óscar Navarro

Construida en el siglo XII junto a la puerta medieval de entrada desde Burgos, en el siglo XVII fue remodelado el ábside de la nave central y su bóveda tras un derrumbe. Es la iglesia más antigua que se conserva en Carrión de los Condes y, posiblemente, los arquitectos siguieron modelos franceses propios del Camino de Santiago. Tiene tres naves de grandes proporciones y altas para el siglo en que fue construida. Se trata de la iglesia de Santa María del Camino, sede junto a la Santiago en la ciudad jacobea de la vigesimoquinta edición de Las Edades del Hombre, Lux, que se celebra bajo dos subtítulos, uno para la catedral de Burgos y otro para las sedes carrionesas y las de Sahagún: Ecce Mater Tua. El Concilio Vaticano II dedicó el capítulo octavo de la Constitución dogmática Lumen gentium a la Santísima Virgen María, en el que se afirma que la Iglesia debe venerar su memoria, razón por la que esta edición de Las Edades evoca en este tramo de la Ruta Jacobea la figura de María con el fin de proclamar que, después de Cristo, ocupa el lugar más alto en la Iglesia, y a la vez más cercano a los fieles.  

Santa María del Camino acoge dos capítulos, Ave, María -sobre el que Diario Palentino informó en la edición del pasado domingo- y Tota Pulchra, dedicado a la belleza espiritual de María, la criatura elegida por Dios para ser madre de su Unigénito, y en el que el visitante contempla a la nueva Eva en su concepción inmaculada, su natividad y su presentación en el templo a través de 17 obras de, entre otros, Juan de Juni, Felipe Bigarny, Pedro Berruguete y los artistas contemporáneos Isabel Guerra, Carmen Pérez y Luis Mayo.

El tapiz Dios crea a la mujer y la presenta a Adán (Museo Catedralicio de Burgos) abre el capítulo, que se cierra con Presentación de la Virgen en el templo, de Pedro Berruguete. Esta es una de las tres tablas pertenecientes al cuerpo de un retablo dedicado a la vida de la Virgen de la iglesia de Santa Eugenia de Becerril de Campos que se llevaron al Museo Diocesano. 

‘Tota Pulchra’‘Tota Pulchra’ - Foto: Óscar NavarroTambién pueden verse Cinco mujeres fuertes de Israel como prefiguraciones de María (Carmen Pérez y Luis Mayo,  2020, animación y cinco temples sobre lienzo);  Abrazo en la Puerta Dorada, de  Pedro de Salamanca (hacia 1550, madera policromada,   retablo mayor de la glesia parroquial de Santa María la Mayor de El Herradón de Pinares -Ávila-); La Concepción de la Virgen (María germina en el pecho de San Joaquín y Santa Ana), de Marcos Sánchez (siglo XVII,  madera policromada, retablo mayor de la  iglesia parroquial de la Purísima Concepción, de Becedas -Ávila-);  Inmaculada, de Esteban de Rueda (1612-1613, madera policromada, seminario diocesano de Valladolid, procede de la  glesia de Santa María de Villalar -Valladolid-); Purísima Concepción,  de Mariano Salvador Maella (1785, óleo sobre lienzo, iIglesia de la Purísima Concepción, de Trescasas -Segovia-).

En este seguno capítulo de Santa María del Camino también se puede ver Inmaculada del 150 aniversario del Dogma, deIsabel Guerra (2005, óleo sobre lienzo,  Conferencia Episcopal Española,  depósito en la datedral de la Almudena de Madrid); Inmaculada Concepción, de Gregorio Fernández (1632, madera policromada, cofradía Antigua Devoción de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros de Valladolid, convento de Nuestra Señora del Consuelo, de los . Carmelitas Descalzos de  Valladolid). Alegoría de la Inmaculada Concepción, de Juan de Roelas (hacia 1616-1625, óleo sobre lienzo,  Museo Nacional de Escultura en Valladolid); Inmaculada Concepción, de Domingo Martínez (1733, óleo sobre lienzo, iglesia parroquial de San Lesmes Abad, de Burgos); Inmaculada Concepción, de Pedro de Mena ( Ca. 1670,  madera tallada y policromada, iglesia parroquial de La Purísima, de Saucelle -Salamanca-, diócesis de Ciudad Rodrigo).

Tota Pulchra también exhibe Nacimiento de María (anónimo, siglos XV-XVI, madera policromada, retablo mayor de Santa María, de Gumiel de Izán -Burgos-);  La Virgen niña con San Joaquín y Santa Ana, de Luca Giordano (última década del siglo XVII, óleo sobre lienzo, iglesia de San Miguel de Cuéllar -Segovia-);  Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, de Juan de Juni ( Ca. 1540. piedra de Villamayor con restos de policromía,  trascoro la catedral nueva de  Salamanca -sepulcro del arcediano Gutierre de Castro en el claustro de la seo-);  San Joaquín con la Virgen Niña, de Juan Pascual de Mena (entre 1740 y 1758, madera policromada, iglesia de los Santos Juanes de Nava del Rey -Valladolid-); La presentación de María en el templo, de Felipe Bigarny ( Ca. 1530. madera policromada, iglesia de San Gil Abad, de Burgos). 

En La Inmaculada del 150 aniversario del dogma (200 por 120 centímetros) «la figura está inspirada en la fisonomía de una joven de nuestro tiempo intentando acercar el misterio al sentir de los fieles de hoy», en palabras de la autora, Isabel Guerra, que añade que «se ha preferido optar por un concepto de lectura rápida, clara y directa en beneficio de un mayor servicio al impulso de veneración y actitud orante frente a su imagen».  «Su mirada hacia lo alto quiere ser una invitación a la trascendencia», explica,  y concluye que esta obra «pretende crear una empatía que pueda llevar a tomar a María como modelo sugestivo, a la par que amiga y compañera de andadura». 

Alegoría de la Inmaculada Concepción, de Juan de Roelas, según recoge la ficha del Museo Nacional de Escultura, «intenta ser un compendio iconográfico y literario de todas las exégesis inmaculadistas que se habían escrito hasta la fecha de ambas pinturas y por ello al lado de las imágenes se recogen también en ella textos que expresan la voluntad divina de crear a la Virgen como Inmaculada y también como Madre de Dios y Corredentora».  También señala que «especial interés presenta el grupo de niños que en el centro de la parte inferior aparecen luchando con el dragón infernal,  sobre todo los que figuran a la derecha que, arrodillados, cantan las coplas marianas escritas por el sevillano Miguel del Cid, cuya música compuso Bernardo del Toro. Estos niños muestran lirios como atributo esencial de la pureza de María. Un figura varonil que aparece junto a los niños pudiera ser considerado el autorretrato del pintor».