Pan y Guindas en sus bodas de plata

Alejandro García
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El club palentino conmemora su vigésimo quinto aniversario

Pan y Guindas en sus bodas de plata - Foto: Óscar Navarro

La solidez de un proyecto de cantera se aprecia en su consolidación a lo largo del tiempo, en los valores que enseña a los jóvenes y en la lucha que mantiene por conservar la filosofía que lo identifica. 

El CD Pan y Guindas cumple hoy un cuarto de siglo como referencia del fútbol base en Palencia. Un club en el que cientos de jugadores comenzaron a dar sus primeros toques y aprendieron valores deportivos y humanos válidos para toda la vida.

La directiva del club ha organizado una jornada de «conmemoración y agradecimiento» la mañana del sábado 14 de septiembre, con motivo de este especial aniversario. Para esta celebración se ha invitado a «todos los que han colaborado en el crecimiento del club».

El evento contará, como plato principal, con la presentación de los equipos del club y una camiseta conmemorativa, en las instalaciones del Pan y Guindas, situadas junto a La Balastera. 

La actividad finalizará con un vino español en el cercano Bar Brasilia, con el propósito de reunir en un ambiente festivo a todos los que han ayudado a que «el club crezca y sea lo que hoy es».

Al acto acudirán las autoridades locales, las asociaciones vecinales Pan y Guindas y La Balastera, y  todos los que han formado parte del club a lo largo de esta cuarto de siglo de historia, bien como jugadores, como entrenadores o cuerpo técnico.

Su presidente, Nino Martín, tras 16 años en el club, resalta el respeto como principio fundacional. «Somos un equipo de cantera que enseñamos a los jóvenes a disfrutar del fútbol, a respetarse primero a sí mismos y después a los rivales y al fútbol».

El máximo dirigente del club considera vital este tema, tanto que, desde el club, prefieren «perder un partido antes que jugar sucio, con faltas de respeto o sin un comportamiento ejemplar en nuestros jugadores». En este sentido, el presidente criticaba la figura de aquellos padres que creen saber más que el entrenador. «En Pan y Guindas, no lo toleramos», apuntaba tajante.

Evolución. El club surgió para aportar una «alternativa deportiva» a los jóvenes del barrio y actualmente, ya en otra dimensión y con otros objetivos, «nutre de jugadores a los principales equipos de la ciudad».

Cuando Nino llegó al club se encontraba «al borde de la desaparición». En ese momento, realizaron un gran trabajo de cantera que permitió su crecimiento hasta alcanzar la cifra máxima de 132 jóvenes en las diferentes categorías.

Actualmente juegan en el Pan y Guindas alrededor de 80 niños, una cifra considerable, si tenemos en cuenta el gran número de equipos que existen en la capital, una etapa que Nino no duda en calificar como de «resurgir del fútbol base palentino». 

«Es una nueva etapa, muy buena, en la que hay varios equipos en la ciudad que están fomentando este deporte entre los niños y jóvenes de la ciudad», apunta.

 A la hora de destacar algún recuerdo tras tantos años en el club, Nino resalta dos campeonatos de Liga conseguidos con jugadores «desechados», que no pasaron la prueba de acceso en otros clubes. Una muestra más de la filosofía del club, en la que es más importante el deporte y los valores que de él emanan que los propios éxitos que puedan lograrse. «Los niños podrán ser más o menos hábiles, pero aquí todos son valorados y recibidos con los brazos abiertos». 

En esta línea, manifestaba que prefiere perder y que todos los niños participen, a que jueguen «los mejores» y vencer por goleada. Un club de valores enraizados que, tras 25 años de fútbol, ya se prepara para continuar en la misma dirección, educando a  una nueva generación de jóvenes futbolistas.