El pasado año logró el título con 90 puntos, cediendo nueve empates y dos derrotas. Ese año vuelve a ser el gran favorito no sólo para campeonar, sino para un ascenso a Segunda DivisiónB que se le resiste. Es el Zamora, el club más histórico de la categoría al que se mide hoy el Becerril. 

Los morados cierran, de esta forma, el círculo de encuentros ante rivales durísimos en este inicio liguero. Tras esta jornada, llegará por fin un calendario más asequible, con enfrentamientos ante rivales de su misma o semejante talla.

En el Ruta de la Plata el Bece quiere sacar oro. Se antoja complicado, pero no tiene mucho que perder y sí mucho que ganar. Pese a no haber sumado punto alguno, el cuadro terracampino ha competido en todos los encuentros jugados hasta la fecha. Ante el Astorga tuvo el 2-0 y acabó perdiendo 1-3. En Ávila le marcaron en la única ocasión clara que tuvieron los abulenses y ante el Numancia B tuvo Melero en sus botas el 1-0 en un mano a mano, cayendo luego por 1-4. El equipo de Edu Narganes tiene buenos momentos, pero se viene abajo cuando le marcan y eso es algo que tiene que corregir.

Para el encuentro ante los zamoranos podría debutar Kuko, que todavía no se ha vestido de corto en esta temporada debido a una lesión muscular. El técnico morado sabe de las enormes dificultades de este encuentro, pero no por ello lo da por perdido. «Viajamos con ganas, sabemos que es difícil, pero no es posible. Nos motiva el campo y el rival. El año pasado jugábamos en el campo del Bosco y ahora en el Ruta de la Plata. Vamos a disfrutar, pero compitiendo».