A las 19 horas del 23 de enero de 2021 la relación personal y cercana de una cadena, Zara, y una ciudad,  Palencia, concluyó, y no por esperada -aunque se adelantó un mes a lo previsto-  resultó menos dolorosa, y es que son casi 40 años de mantener una estrecha vinculación, desde el 20 de abril  de 1981, cuando abrió en la calle Felipe Prieto (Bigar Centro) -donde hoy se ubica Lefties, también del Grupo Inditex-, no exenta de crisis, como la vivida en 2016 motivada por el alquiler del inmueble de la calle Mayor. 

Mamen Salvador, con 22 años en la plantilla de Zara, habló ayer de sentimientos como la pena  y la incertidumbre: «no sabemos lo que va a pasar con nosotras; los puestos que nos han ofrecido son vacantes de medias jornadas»; de los buenos -y también malos- momentos vividos y de un  equipo -formado por 21 personas- súper unido. «En Palencia nos conocemos todos, y  son muchos los clientes con los que mantienes amistad fuera de aquí», señaló a Diario Palentino. «Se ha notado muchísima afluencia,  tanto para comprar como para devoluciones sabiendo que cerraba. Esta última semana ha sido increíble», añadió. «Zara ha sido primordial en el comercio. Sin ella, la calle Mayor parece desahuciada», concluyó.

Con 39 años largos en la cadena, el de Begoña Antolín quizá sea uno de los rostros más reconocidos de la tienda. «Mis compañeras, de mediana edad, lo tienen bastante crudo», reconocía ayer, día que calificó de «triste», si bien aún tienen la semana que viene para recogerlo todo.  «Zara es moda, y cuando la gente viene a comprar sabe que es lo último, y ahora cuando toque ir a comprar, aquí en Palencia no sabemos a dónde ir, más las de esta marca de toda la vida, acostumbradas a esta ropa y estos precios. Calidad precio está muy bien, los clientes lo saben y por eso vienen», asevera Begoña Antolín.