Miguel Ángel Hernando, conocido como Lichis, visita Cervera esta tarde.  Después de pasar por La Cabra Mecánica y emprender una carrera en solitario, acerca a la provincia su música y  el disco Mesa Para Dos, el trabajo que publicó junto a Rubén Pozo este 2020.

Antes de compartir sus letras en el parque del Plantío, abre sus pensamientos a los lectores. 

Después del parón puede recorrer de nuevo la carretera entre evento y evento. ¿Qué tal está yendo la vuelta a los escenarios?

Tan difícil como ha sido siempre este oficio, con el añadido de la pandemia que condiciona muchas cosas, pero encontraremos la manera de salir adelante. Vivir de la música siempre ha sido complicado, con lo que la vuelta a la normalidad nos exige reinventarnos y hacer lo posible para que esto salga adelante.

¿Cómo ve el panorama actual en el que los conciertos se celebran con todo el público sentado?

No quiero parecer puñetero, pero  he visto cómo hay  gente que va a bares, salas y festivales más a pasar el rato que a escuchar al cantante o al  grupo. Sin embargo, los conciertos de rock en los 70 tenían lugar en teatros con la gente sentada, pero había una actitud de ir a un evento a escuchar y disfrutar de la música. 

¿El último disco que publicó junto a Rubén Pozo, Mesa Para Dos, era un proyecto que le atraía desde el principio?

Sí, ya que fue un proyecto que suponía un paréntesis en nuestras carreras. Después de tanto trabajo, queda para el recuerdo un álbum del que me siento muy orgulloso. 

Además, este disco era otra manera de buscar cosas nuevas, de encontrar a un compañero que me incentivara a mejorar y a aprender. Por suerte el disco ha caído muy bien, ya que hicimos más de 100 actuaciones en menos de un año. 

A veces es difícil encuadrar un álbum en un género. En este caso, ¿cómo definiría el LP?

Uf. Pues no lo sé. Es música rock, al fin y al cabo, aunque supongo que este concepto es demasiado amplio. Hay temas que pueden sonar más soul, otros más funky... Hay de todo.

En la canción Rock de pueblo hay una frase que dice «seguir siendo tú mismo sin causar excesivos daños colaterales». ¿Esto se lo aplica a su yo artístico o a su vida personal?

Lo aplico en general, no solo para mí. Evidentemente, buscar tu forma de vida alternativa, aquello que te hace sentir bien, tiene un precio y es alto. Creo que es importante aprender a gestionar las decisiones que te llevan a ser feliz, pero que en el momento te generan dolor.

Dentro de los conciertos que tiene marcados se encuentra el de hoy en Cervera. ¿Qué sensaciones tiene ante este día?

Espero que este evento, que es iniciativa de Alba Cassi, consiga situar tanto a Cervera como al resto de la provincia en un circuito habitual de música al que acudan nombres de fuera y sea una parada obligatoria. Creo que el concierto de esta tarde será una experiencia muy positiva y espero que le guste a la gente. 

Y, si se da la vuelta a la pregunta, ¿qué puede esperar la gente del concierto de hoy?

El público encontrará a un señor de mediana edad con la ilusión de un adolescente, que llevará su guitarra en la mano y un set de hombre orquesta. Habrá un repaso del viaje que fueron los últimos dos discos, Modo Avión y Mariposas & Torneos de Verano así como lo nuevo del disco con Rubén Pozo.