La Audiencia Provincial ha ratificado una sentencia dictada por el juzgado número 7, que desestimó una demanda presentada por una pareja por la que reclamaba 3.493 euros más intereses al conductor de un turismo por daños y perjuicios causados después de que atropellara a un perro de su propiedad el 19 de agosto de 2017 en un paso de cebra.  Según la Sala, al igual que hizo el titular del juzgado de primera instancia número 7, entiende que los demandantes no han acreditado la forma en la que ocurrieron los hechos en los que se basa la existencia de los perjuicios económicos que reclamaba.

Así las cosas el tribunal explica que fundándose la pretensión sostenida en la demanda en la presunta infracción de las normas de circulación por parte del conductor demandado en cuanto a que circulaba por una zona en la que está prohibido hacerlo, «ninguna de las pruebas practicadas al respecto nos indica de manera terminante que el atropello en la zona en cuestión, antes al contrario, es la propia pareja demandante la que sostiene que el accidente se produjo en un paso de cebra ubicado junto al puente que une el paseo Rogativas y el parque del Sotillo y, por lo tanto, donde no está prohibida la circulación de vehículos, reconociendo incluso que el perro estaba suelto». 

La Sala añade que «sin que se haya practicado prueba alguna de que el accidente se produjo por una falta de atención o exceso de velocidad por parte del conductor de la furgoneta o si, por el contrario, el perro se cruzó de manera intempestiva en la trayectoria de la furgoneta, lo que eximiría de toda culpa» al conductor. Asimismo, reitera que el hecho de que el vehículo proviniera de una zona en la que está prohibido circular o incluso se encontrara en zona prohibida no puede afectar a la resolución puesto entre la infracción cometida y los daños causados debe existir una relación de causalidad».