Los Caminos Escolares, que gozan de una larga trayectoria en Europa, nacen de la necesidad de crear una ciudad educadora para los más pequeños, en la que puedan desarrollarse de forma sana y feliz. El proyecto permite que los niños puendan desplazarse de manera autóma desde sus casas a los centros de estudio. El recorrido compartido les ayuda a relacionarse con su entorno y a hacer un  uso divertido del espacio público.

La colaboración entre el Ayuntamiento, la Liga Española de Educación y la Cultura Popular y la Universidad de  Valladolid permite desarrollar en la capital el proyecto Caminos Escolares,  que aporta, entre otros beneficios que los niños adquieren confianza en sí mismos y una mayor autonomía, aprenden a interactuar con el entorno, incrementan su actividad física, aprenden y  practican normas de seguridad vial  y contribuyen al cuidado el medio ambiente.

En este curso escolar, al CEIP Jorge Manrique -un veterano en el proyecto, se suma el colegio concertado Nuestra Señora de la Providencia, que por primera vez participa en el programa, y podrían incorporarse uno o dos centros más que aún están por determinar, según explica la coordinadora de Caminos Escolares, María Tejedor Mardomingo, quien subraya que «son  muchos los colegios que demandan el proyecto y no todas las solicitudes podrán atenderse a lo largo de este año». En este sentido, explica que en la elección de en qué centros se realizarán las intervenciones -acompañamiento y diseño de rutas-  se tienne en cuenta dos criterios: grado de necesidad de movilidad sostenible e implicación y participación del centro escolar y de sus familias.

En Nuestra Señora de la Providencia, desde el inicio de curso se han propuesto varias rutas de Caminos Escolares, para reducir el uso del automóvil y potenciar el hábito saludable de realizar el recorrido de ida y vuelta al colegio a pie. Se han organizado reuniones para informar a las familias y voluntarios del programa han realizado talleres en el aula para que todos conozcan el proyecto y comprendan los beneficios de participar en el mismo.

Desde el centro se agradece a la Universidad de Valladolid que promueva esta iniciativa que cuenta con un gran apoyo  por parte del  AMPA del centro. En este funciona una ruta desde el barrio del Ave María, con padres y madres que se han organizado para acompañar a los niños de Infantil y Primaria que participan en el proyecto. Asimismo se desarrollan rutas autónomas de alumnos de Primaria y Secundaria desde los barrios del Cristo y San Antonio a los que sus padres les han ayudado a organizarse para realizar el camino en grupo.

El Ayuntamiento acaba de adjudicar a la Liga Española de la Cultura el desarrollo de los Caminos Escolares de este año.

ejes. Tejedor Mardomingo explica que se va a trabajar desde tres grandes ejes  a lo largo del presente año. Entre ellos figura la  sensibilización y formación en torno a movilidad sostenible en la infancia y adolescencia con tres colectivos -niños de Educación Infantil y Primaria, familias y profesorado.

Asimismo, se buscará  difudir  el proyecto Caminos Escolares y la movilidad sostenible en la  infancia a través de redes sociales, folletos en las entradas y salidas de los colegios y se harán apercibimientos cívicos simbólicos para los vehículos mal aparcados en los entornos de los centros escolares con los que se trabaja la iniciativa. 

También se trasladará al Ayuntamiento todas aquellas  cuestiones sobre  movilidad infantil que se pueden mejorar de cara a  acrecentar los traslados sostenibles en la infancia y adolescencia.

hasta diciembre. La novedad en los Caminos Escolares es que se van a incorporar cuatro estudiantes de la Facultad de Educación del campus palentino de la Universidad de Valladolid  desde febrero hasta diciembre de 2020, lo que «significa que se podrá  continuar con el trabajo iniciado hace un tiempo e adherir nuevas acciones dentro del convenio establecido entre la UVa, el Ayuntamiento y la Liga por la Educación», señala María Tejedor. 

El Departamento de Pedagogía de la Facultad de Educación se encarga de la formación y sensibilización a los escolares, familias y profesorado, así como de la dinamización y sensibilización social y de la puesta en práctica de los caminos escolares.

Esta comenta que de la formación que proporciona el proyecto Caminos escolares se llega a beneficiar todo el colegio. Así, se puede hablar de unos 400 alumnos en el Jorge Manrique y unos 200 en Nuestra Señora de la  Providencia, más sus familias y su profesorado. Es lo pone de manifiesto la experiencia anterior en el Sofía Tartilán, centro que contabiliza un número superior de alumnos. También se hicieron otros años acciones de sensibilización en el Padre Claret (a unos 400 niños y familias).

La participación en las rutas dirigidas es muy variables, las hay  con 3 o 4 niños y otras con 20 o 25, pero varía según edad, meteorología, disposición familias y demás, explica la coordinadora del proyecto. Según los cuestionarios que manejan, desde 2018 hasta ahora, en torno al 45% de los niños de Palencia van al colegio en coche de manera habitual y esto es una barbaridad en una ciudad como esta. «Esto es lo que pretenemos reducir, el uso del vehículo y que los niños vayan al colegio caminando por las rutas de Caminos Escolares, acompañados por familiares o vecinos o de cualquier otro modo», incide Tejedor Mardomingo.