«No vengo aquí a ser el protagonista»

Emilio Magdaleno
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El leonés Jandro Álvarez, nuevo técnico del Deporcyl Guardo, cuenta con un excelente currículum tanto como jugador como entrenador, con varios ascensos a sus espaldas

«No vengo aquí a ser el protagonista»

Desde el sábado, Jandro Álvarez es el nuevo rostro a los mandos del Deporcyl Guardo.

El leonés llega desde el Inter Sala Zamora, club de la Tercera División, equipo con el que trataba de ascender a  Segunda División B. Sin embargo, independientemente de lo que logren los zamoranos a final de temporada, ese salto ya no lo van a dar de la mano, ya que el técnico tiene ahora un reto superior para sí mismo.

«Me contactaron, me pareció interesante la oferta  a nivel deportivo y yo esperé a que en Zamora encontraran un sustituto antes de firmar», explica el nuevo míster de los guardenses.

EXIGENCIA. El anterior técnico, Diego Garrido, se marchaba del Alta Carrión dejando al Deporcyl en segunda plaza.

El equipo guardense siempre busca estar arriba, y el leonés lo sabe. «El año pasado no pudo ascender por la pandemia, pero es un equipo que pugna por la Segunda División y eso no va a cambiar, esté yo o cualquier otro», explicó Álvarez.

Oficializado su fichaje el pasado sábado, Jandro aún no ha podido disponer de muchas sesiones con sus jugadores, algunos ausentes debido a las fechas intempestivas. «Muchos viven fuera y aún no se han podido incorporar a los entrenamientos ya que están disfrutando de sus vacaciones navideñas», comenta.

Álvarez no va a tocar mucho de lo  ya visto esta campaña con el Deporcyl. «Lo que hacen ya se asemeja mucho a lo que quiero. Son agresivos defensivamente, presionando mucho en la primera línea, y en ataque dejan libertad al jugador. Intentaré trasladar mis conocimientos y mis herramientas, pero yo no soy el protagonista, los que ganan y los que pierden son ellos», confiesa el preparador leonés, con una amplia trayectoria tanto en los banquillos como dentro de la pista.

TRAYECTORIA. Y es que el técnico pasó más de una década en la División de Honor (por aquel entonces, máxima categoría del fútbol sala español) y llegó a ser internacional con la selección.

Astorga FS, Universidad de Salamanca y Ceuta FS fueron algunos de sus destinos mientras estuvo en activo. 

En sus últimos años, asumió las riendas del Mármoles Aldeiturriaga de su tierra natal, primero como jugador-entrenador al quedarse el puesto de míster vacante, en una transición hasta ocupar a tiempo completo el banquillo. Después tuvo etapas exitosas en Ibiza, Gijón y Cistierna, ascendiendo a la categoría de plata con los dos primeros, hazaña que se espera que pueda repetir en Guardo.

«Mi carrera me permite entender cómo piensa y siente el jugador, porque ya lo he vivido en mis carnes. Con ello, trato de incorporar pautas para que todos puedan sumar y crear un gran ambiente», declara Álvarez.