Las escombreras de carbón son algo tan propio del paisaje del norte de la provincia que prácticamente pasan desapercibidas, más aún si estas acumulan más de un siglo de vida y están completamente integradas en el entorno al haber brotado sobre ellas nueva vegetación. Sin embargo, estas montañas creadas por el hombre junto a las bocaminas repartidas a lo largo y ancho de la comarca norteña a partir de los desechos provenientes de las explotaciones mineras que allí proliferaron años atrás, podrían convertirse ahora en una nueva fuente de ingresos para estos pueblos.
Lo que en otros tiempos fueron materiales indeseables para la industria, para muchos constituyen ahora una fuente de riqueza a tener muy en cuenta para salir del bache en el que están sumidos estos territorios. Y es que de ahí también se podría extraer fácilmente el grafeno de una forma mucho más económica, pues el carbón ya está en superficie.
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