La firma de moda Vidapropia, radicada en Guardo, siempre ha llevado por bandera la sostenibilidad y el respeto por el entorno, más aún en una comarca repleta de tesoros como lo es la Montaña Palentina. Desde su creación, la marca ha ido innovando e introduciendo nuevos artículos, tejidos y acabados, haciendo de cada producto un capricho hecho a mano por las dos socias fundadoras de la compañía: Mónica Calderón y Sandra Fernández.

Su empeño y buen hacer en su taller de la calle Santa Bárbara ha llevado a ambas jóvenes a expandir su negocio, y lo han hecho confiando en una entidad de reconocido prestigio a nivel regional, la Fundación Personas, que cuenta en la provincia con centros en la capital y en Guardo.  Es precisamente este último el que se encargará de parte de la producción de Vidapropia, generando así una oportunidad de empleo para las personas con discapacidad intelectual, a las que se les hace complicado acceder al mercado laboral, más aún en el medio rural.

«Hemos elegido a la Fundación Personas porque confiamos en las empresa de nuestro entorno», apunta Mónica Calderón, cofundadora de Vidapropia, quien añade que «la Montaña Palentina está llena de tesoros, de gente que trabaja muy bien y de forma responsable». «Es un proyecto precioso que da una oportunidad laboral a personas que lo necesitan y nos parece una manera maravillosa de crecer, porque lo hacemos de la mano de una entidad que tanto bien hace por la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual», finaliza la joven empresaria.

Buena experiencia. Aunque de momento llevan solo unos pocos días con este nuevo proyecto entre manos, la experiencia no ha podido resultar más enriquecedora. De momento, ya han realizado varias unidades de tote bags (bolsas reutilizables de tela) y de gorros de trabajo, y en todos ellos la calidad de los acabados no tienen nada que envidiar a los de cualquier taller profesional.

Esta nueva relación empresarial entre Vidapropia y Fundación Personas es una herramienta útil en ese camino a la inclusión de las personas con discapacidad intelectual que promueve la entidad, siendo el trabajo la principal herramienta para lograrlo. Así lo apunta la responsable de la institución en el municipio guardense, Laura Rojo, quien se muestra «encantada» con la iniciativa, «porque facilita que nuestros usuarios tengan una mayor capacidad de adaptación al medio y autonomía, y que, en definitiva, ellos mismos se sientan más útiles».

En este punto, Rojo señala que «tenemos muchas cosas que poder ofrecer, tanto en el ámbito textil como en otros muchos» y subraya que desde la institución están «abiertos a nuevas sugerencias, para colaborar y que fluyan los proyectos tan bonitos como este».