La llamada de un ciudadano, alertando de la presencia en el barrio madrileño de Carabanchel de Tomás J. R., presunto autor del homicidio de su pareja, la cirujana palentina, María Pilar C.P., posibilitó su detención tras ser rápidamente localizado pese a que había cambiado su fisonomía: se había cortado el pelo y la barba.

Una patrulla de seguridad ciudadana tras recorrer las inmediaciones, detectó la presencia del sospechoso, del que se había determinado su presunta participación en este crimen al poco tiempo de haber sido cometido.

No opuso ningún tipo de resistencia, según han apuntado testigos presenciales a Efe Televisión. Estaba sentado en un banco y cuando la Policía se acercó para detenerle se mantuvo tranquilo, no se alteró, explicó Paco, que regenta una mercería en la zona y presenció el momento del arresto. Tomás J. R. se negó a declarar ayer ante la Policía, que lo pondrá en las próximas horas a disposición judicial, según informaron a Efe fuentes policiales. 

La investigación se inició el pasado día 16 cuando los agentes se personaron en el domicilio de la víctima y descubrieron su cuerpo sin vida en su domicilio del madrileño barrio de Tetúan. Integrantes del grupo de homicidios y de policía científica, iniciaron las primeras pesquisas las cuales permitieron determinar su presunta participación en los hechos.

Durante los días posteriores los agentes trataron de localizar al presunto autor por toda la ciudad de Madrid y en distintos puntos del territorio nacional. Finalmente, a las 20,30 horas de la tarde del lunes pudo ser localizado y detenido en la calle Marcelino Camacho, número 40 por una patrulla de los Grupos de Atención al Ciudadano (GAC), después de haber recibido una llamada de un ciudadano a través del 091 sobre su posible ubicación en el barrio de Carabanchel.

En lo que va de año, 40 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas.

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