Esto no es un adiós, es un gracias». Con esta frase se despedía el que, hasta hoy, ha sido el entrenador del Deporcyl Guardo Fútbol Sala. Javier Uceda publicaba  en sus redes sociales una emotiva carta de despedida del club después de una gran temporada en la que el conjunto guardense lograba el histórico título de campeón de liga de la Segunda División B. 

El madrileño asumía la responsabilidad del banquillo a principios de la pasada campaña, en la que además de lograr el título liguero se aseguraban la plaza en la Copa del Rey. «Quiero dar las gracias a mi familia, a quien me brindó la oportunidad de dirigir al equipo y conocer la Montaña Palentina y a la directiva del Deporcyl Guardo Fútbol Sala al completo», escribía Uceda.

Líder de su grupo en la primera fase del campeonato (14 victorias y dos derrotas), el equipo palentino mantuvo su imparable ritmo en la segunda fase, donde compartió grupo con los cuatro primeros clasificados del gallego. Lograba cinco victorias (tres de tres como local) y dos empates. El último duelo ante el O Esteo, aplazado, quedaba sin jugarse.

El club guardense vivía una temporada en la que demostraba una gran calidad, pero que terminaba con un importante revés tras el positivo en Covid-19 de seis jugadores y un integrante del cuerpo técnico una semana antes de disputar el play-off de ascenso a Segunda División. «Ha sido una temporada tan dura como bonita, pero llega la hora de separar nuestros caminos», añadía.

En la primera eliminatoria por el ascenso caía en la Bombonevera por 0-2 frente al Imperial, que posteriormente era derrotado por el Real Betis Futsal, equipo que lograba el ascenso a Segunda División.

Aún se desconoce el futuro del entrenador. «Me han brindado la oportunidad de afrontar un nuevo reto profesional y he decidido aceptarlo, sabiendo que lo más complicado es decir hasta luego a Guardo», concluía.