«Desde que llegué, he querido que el uniforme se viese»

Jesús Hoyos
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Carlos Hidalgo Rilova incide en la necesidad de que Palencia conozca más a las Fuerzas Armadas. La visión del Ejército por parte de la sociedad es «buena y mejora» gracias a sus actuaciones en la pandemia y en los problemas derivados del clima

«Desde que llegué, he querido que el uniforme se viese» - Foto: Óscar Navarro

Tras seis años en el cargo, el subdelegado de Defensa en Palencia, el coronel de Caballería Carlos Hidalgo Rilova, es relevado de su puesto. Los tres últimos en la reserva ya que el de subdelegado es uno de los puestos que se pueden ocupar en esa situación. Diplomado del Estado Mayor, se despide agradecido por la acogida de la provincia, satisfecho por la labor de difusión de la cultura de la Defensa realizada y con la sensación agridulce de no haber podido hacer más debido al Covid.

¿Qué balance hace de estos seis años al frente de la Subdelegación?

Vengo de despedirme de algunas autoridades. Todos me dicen lo mismo: «Te vamos a echar de menos». Seguro que el que viene enseguida va a hacer que se olviden de mí porque el coronel López Moreno es una maravillosa y fantástica persona. 

¿Hemos hecho cosas en Palencia? Sí. ¿Podríamos haber hecho más? También, pero los últimos dos años nos ha cogido el Covid y nos ha tenido encerrados. Me queda ese sabor agridulce de que ha faltado ir a alguna localidad, poderme mover un poco más. 

Cuando llegué, desconocía la provincia completamente y me propuse que en Palencia se conociese a las Fuerzas Armadas (FFAA), pero también que en estas se conociese a Palencia. Ahora mismo, hay muchos organismos del Ministerio de Defensa que me dicen: «Palencia siempre está en nuestras páginas de noticias en la intranet». Ese conocimiento ha llegado. No solamente eso, sino que se han quedado con la copla de que es un buen sitio para hacer reuniones y traer gente. En las FFAA hacemos muchos cursos con extranjeros, principalmente de Sudamérica y países árabes, y en alguno de los días normalmente hacen una pequeña excursión turística. Les puedes enseñar una localidad que es una preciosidad y les es desconocida. Me estoy peleando con la Unidad Militar de Emergencias (UME) para ver si vienen a La Roca a hacer prácticas.

¿Cómo han sido las relaciones con las instituciones?

Fantásticas. Durante los primeros años invitamos a todos los partidos políticos de la corporación municipal de entonces, el PP, el PSOE, Cs y Podemos. Vinieron todos a tomarse un chocolate y a que les explicase qué hacemos aquí sin ningún problema. La relación con las autoridades ha sido excepcional. 

¿Le queda alguna espinita? Algo que le hubiera gustado hacer y no ha podido

Por ejemplo, Gabriel de Castilla es el descubridor de la Antártida, es palentino y aquí no se le conoce. ¿Qué monumento tiene aquí? Su calle está donde se vacuna a todo el mundo en La Puebla y la gente no lo sabe. Conseguimos hacer una videoconferencia con la campaña antártica todos los años. Son cosas así las que me hubiese gustado hacer. Por ejemplo, dar a conocer esa figura.

Cierto es que he conseguido moverme en localidades con mucha historia: Cervatos de la Cueza, Autillo de Campos, Autilla del Pino, Guardo, Dueñas, Antigüedad, Ampudia, Torquemada, Aguilar, Herrera... Nos hemos movido mucho, no solo para que se conociesen esas localidades sino para que las FFAA se conozcan allí.

Aparte, por supuesto, de lo que hemos hecho durante la pandemia, pese a que Palencia no tiene una guarnición -aunque realmente la Guardia Civil hace funciones militares-. Quien viene, lo hace desde fuera. Llegaban mucho desde Valladolid, Burgos, Salamanca o León para poder intervenir aquí. Hemos estado en muchas residencias, se han desinfectado organismos públicos, centros de salud y se han hecho patrullas y colaborado con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en apoyo para que la gente cumpliese las normas.

¿Cómo valora ese despliegue militar? ¿Cree que ha contribuido a mejorar la imagen del Ejército?

Aún no hemos terminado. Todavía tenemos rastreadores en muchas comunidades. La unidad de León sigue activa. Seguimos funcionando y trabajando. Estas actuaciones nos han dado mucho a conocer. Pero no solo la pandemia. Llega la borrasca Filomena y allí estuvimos. Lo mismo con la erupción del volcán de La Palma. A las FFAA les dices: «Necesitamos hacer esto» y contestamos: «Vale, ya veremos cómo lo hacemos, pero nunca decimos no». Siempre estamos ahí. Para eso nos formamos, entrenamos y trabajamos.

¿Cómo se ha adaptado la Subdelegación en concreto durante estos casi dos años de pandemia?

La suerte que teníamos es que muchos podían teletrabajar. El 50 por ciento trabajó desde casa y la otra mitad lo hicimos presencialmente. En ningún momento cerramos. Hemos pasado de atender a cualquiera a hacerlo con cita previa, de tal manera que no se acumule la gente. Hemos atendido a mucha más gente. Precisamente por culpa de la pandemia, muchos se han intentado jubilar antes y venían a sacar el certificado de servicio militar, que permite acumular ese tiempo para poderte jubilar con antelación.

¿Conoce suficientemente la sociedad la labor que llevan a cabo?

Yo creo que sí. Funciona mucho más el boca a boca que otras cosas. Me ha llamado la atención que, en Alemania, hay españoles que no son palentinos, pero que sabían que al llamar a Palencia, nos podían pedir el certificado porque les íbamos a atender. Hemos ayudado en pandemia a tres o cuatro españoles residentes en Alemania que a través del consulado se pusieron en contacto con nosotros. Allí se había corrido la voz de que aquí se hacía y unos a otros se pasaban nuestro teléfono.

¿Qué otras funciones desempeñan en la Subdelegación?

Tratamos mucho con jóvenes en los colegios. Hacemos cultura de Defensa, dar a conocer las FFAA. En Palencia se conocen poco. Se han ido cerrando todos los cuarteles y lo único que queda es esto. Estamos nueve militares, eso es todo. Hay gente que en su vida ha oído hablar de los militares. Muchas veces, lo que piensan es que les da mucho respeto y tienen miedo a hablar con el militar. Somos gente que hemos decidido entrar en el Ejército, lo amamos. Es una carrera muy vocacional que te exige mucho. Trabajamos siete días a la semana, 24 horas al día. En cualquier momento te pueden llamar.

¿Qué opiniones les trasladan los jóvenes en los colegios?

El 90% tiene una buena opinión. En cualquier colegio al que vamos, siempre hemos recibido, desde que estoy aquí, una acogida muy buena. Los chavales se interesan y preguntan, no solo cómo ingresar en las FFAA sino lo que hacemos. Fundamentalmente, ellos ven las FFAA en la UME. Son su referencia, pero no saben que hay muchas más cosas. Se les cuenta dónde estamos y que actualmente tenemos 2.900 militares desplegados en operaciones por todo el mundo. A los chavales les gusta saber qué hacemos y recibimos muy buena respuesta. 

Una de las actividades que se realizan es el concurso escolar Carta a un militar español, para 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato. Somos la provincia en la que, en proporción, más cartas se presentan a nivel nacional. Hay una acogida fantástica. Muchas veces en que lees las cartas para evaluarlas, se te saltan las lágrimas. ¿De dónde ha sacado este sentimiento? Es un acto muy emotivo. 

¿Qué otras iniciativas se llevan a cabo para la difusión de la cultura de Defensa?

Hemos tenido un montón de exposiciones: de banderas, Magallanes, Líbano, Afganistán, vida militar... Han pasado muchas y ha venido un montón de gente, como capitanes de Navío a dar conferencias o un general del Ejército del Aire a explicar la Operación Atalanta... Otros han hablado sobre su experiencia en Afganistán o sobre qué son las FFAA. Algo que tiene mucho tirón y queremos retomar el año que viene son las juras de bandera de personal civil y los actos de homenaje a la bandera. Qué mejor escaparate.

¿Cuál es la importancia de la provincia en el ámbito militar a nivel nacional?

La UME viene todos los años a hacer maniobras de rescate en montaña y trabajos en la nieve. Los alumnos de la Academia de Caballería vienen a visitar la fábrica de armas porque, dentro de su formación, tienen lo que se llama calidad e inspecciones industriales. Y la fábrica de armas no solo produce munición para las FFAA españolas, sino para un montón de ejércitos extranjeros. Parte del submarino de las FFAA se está construyendo en Inmapa. Hay mucha relación con Palencia.

¿Qué visión cree que tiene la sociedad del Ejército?

Actualmente buena y mejorando. Hemos tenido un montón de desgracias y problemas climatológicos donde quien tiene los medios y el personal para ayudar son las FFAA. Hemos salido en todas partes y la sociedad sabe que puede contar con nosotros y que vamos a estar ahí para apoyarles, cuidarles y darles seguridad.

¿Qué más se puede hacer para mejorar el vínculo entre sociedad civil y FFAA?

Mucho, pero traer exposiciones y personas para que den conferencias u organizar juras de bandera te cuesta dinero. Las prioridades, a veces, son otras y te tienes que volcar en ellas.

¿Qué le pediría a la ministra de Defensa para Palencia?

Nada. Creo que Margarita Robles es de las personas que descubren las FFAA. No han tenido relación previa y, cuando tratan con ellas -también le pasa a la sociedad-, dicen: «Estas no son las FFAA que yo pensaba que teníamos. Son mejores y vale la pena pelearse y estar a su lado». No le pido más que nos dejen trabajar.

¿Cuál es el número de efectivos militares en activo nacidos en la provincia de Palencia?

Casi el 1% de las FFAA ha nacido en Palencia. Es una proporción muy elevada.

En total, ¿cuántos militares se encuentran destinados aquí?

Actualmente estamos destinadas ocho personas en Palencia. En reserva, es decir, que se les puede movilizar, hay 21. Con encomienda de gestión tenemos 24. Esto es gente que está en activo pero no tiene destino asignado, sin estar en reserva. También hay 17 reservistas de especial disponibilidad que, al cumplir los 45 años, pasan a la reserva. Luego tenemos seis reservas voluntarios. A eso hay que añadir cinco civiles, tres funcionarios y dos personal laboral; y un subteniente independiente del Instituto Social de las Fuerzas Armadas.

Hace un mes, decía que este año han entrado 34 soldados y 2 oficiales en el Ejército. ¿Está Palencia en buena situación en lo que a interés y reclutamiento de refiere?

Si comparas con Cádiz, no. Eso es una cosa impresionante. Allí se presenta más gente que en Madrid. Hay mucho tirón. Aquí no estamos mal. En 2013 ingresaron once personas. Este año, 36. Estamos en un número bastante bueno y aceptable. En total, 112 han tratado de entrar este año.

Su anterior cargo era el de jefe del Área de Información y Captación de la Subdirección General de Reclutamiento y Orientación Laboral del Ministerio de Defensa. ¿Cómo le ha ayudado esa experiencia?

Ha sido muy importante. La Carta a un militar español la conocía de entonces. Todo lo que es el reclutamiento o las jornadas de orientación universitaria lo traía rodado y sabía cómo funcionaba precisamente por ese destino. Todo lo que es cultura de Defensa era nuevo para mí pero sabía por dónde llevarlo aunque son cosas completamente diferentes.

¿Qué otras funciones propias tiene un subdelegado de Defensa?

Aquí en Palencia tiene mucha importancia a nivel de representación institucional porque eres el representante del Ministerio de Defensa. No hay representación del Ejército de Tierra. El comandante militar de Valladolid también lo es de Palencia, pero está allí. No tenemos comandante aéreo porque no hay aeropuerto y tampoco naval porque no tenemos puertos. Yo he querido que el uniforme se viese yendo a los actos, que supiesen que hay militares en Palencia, aunque fuésemos pocos. También tenemos acción social. El Ministerio de Defensa ha dado indemnizaciones a los soldados de reemplazo en la guerra de Ifni y nosotros las hemos tramitado y hemos apoyado a los poquitos que había en Palencia. También participar en las charlas en colegios y apoyar a las autoridades del Ministerio de Defensa si la ministra o el director general de Armamento y Material, por ejemplo, hicieran una visita.

Su antecesor en el cargo destacó por la calidad en la gestión al obtener distinciones en los Premios a la Calidad e Innovación en la Gestión Pública

Cuando llegué, teníamos un nivel +300 en calidad y hemos conseguido el +400. La entonces ministra de Función Pública, Carolina Darias, nos dio un sello de cristal que se da a las mejores Subdelegaciones. Le dejo encomendado a mi relevo que consiga el +500. Eso conlleva que hay que presentar tres planes de mejora. La suerte que tenemos es que somos poca gente y he conseguido que el 90% del personal esté dentro del comité de calidad y casi todo el mundo trabaja y está interesado en mejorar. En este sentido, se valora cómo se trata a la gente, si se resuelven sus problemas; en definitiva, el trabajo realizado de cara a la persona. 

¿Cómo se presenta su futuro con el paso a la reserva?

Tengo pedidas varias vacantes. Una en Valladolid, en la unidad de apoyo de la Cuarta Subinspección General del Ejército como gobernador del Palacio Real. Dependería del comandante de Valladolid y Palencia y seguiría unido a Palencia de alguna forma. Seguramente pueda conseguirla. He pedido otras en Ferrol, Málaga y Madrid.

¿Cuál ha sido la acogida de la provincia en estos seis años?

Si digo fantástica me quedo corto. De todo el mundo. Siempre me he encontrado arropado y apoyado. 

Por último, unas palabras para su sucesor

Que trabaje, que tiene mucho todavía por hacer. Esto es cosa del día a día y no lo puede dejar pasar. Hay que estar permanentemente trabajando, funcionando, trayendo cosas y dándote a conocer porque, si no, se olvidan de ti.