De Santos y Escapa ganan ex aequo el Premio de la Crítica

SPC
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El jurado, reunido este martes en Ávila, subraya esta edición ha sido la de "mayor nivel" en todos los géneros

Pablo Andrés Escapa - Foto: Miriam Chacon (Ical)

José Luis Alonso de Santos, con la obra teatral ‘Mil amaneceres’, y Pablo Andrés Escapa, con la novela corta ‘Fábrica de prodigios’, han ganado ex aequo el XVIII Premio de la Crítica de Castilla y León fallado este martes en Ávila. Una edición que, según explicó el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja, "podría haber ganado cualquiera de los diez finalistas", ya que ha sido "el año de mayor nivel, de un nivel estratosférico" en todos los géneros, desde el teatro hasta el ensayo, pasando por la narrativa (cuento y novela corta y larga) y la poesía.

"Entre los finalistas había autores que son maestros y otros nuevos, lo que demuestra la buena salud literaria de Castilla y León, que está creciendo frente a la crisis, dando argumentos a los lectores para que se hagan habituales", indicó Santonja, que calificó las diez obras finalistas como "profundas y serias, pero también muy ágiles".

En ese "gran nivel" también insistió el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que se unió a los miembros del jurado para anunciar los nombres de los ganadores, siendo ésta la tercera ocasión en la que se premia ex aequo a dos autores, pues ya en 2012 recibieron este galardón Antonio Colinas y Olegario González de Cardedal y en 2018 fueron Ángel Vallecillo y José Luis Cancho.

En nombre del jurado intervino el escritor y periodista Jesús Fonseca para hablar sobre José Luis Alonso de Santos, de quien dijo que "es probablemente uno de los mejores dramaturgos que haya dado el mundo hispano" y su obra premiada, ‘Mil amaneceres. Estudio introductorio de Margarita Piñeiro’, editada por el Ayuntamiento de Valladolid, es "redonda, con un pálpito especial de sabiduría y humanismo, escrita con palabras de carne". "En ella ahonda y esas verdades eternas olvidadas, como la piedad, la necesidad de un mundo humano, compasivo", relató Fonseca, quien añadió que "el lector se encuentra con sus latidos del corazón, con la vida cotidiana, los afanes y las esperanzas de la gente corriente, con la letra menuda de la vida".

Para el jurado, el hecho de premiar un libro de teatro "es destacado", subrayó Jesús Fonseca, quien señaló que "éste es más que un libro de teatro, es un libro de sabiduría en el que el autor cierra el círculo de su obra, que abrió con todos sus textos dramáticos anteriores, y lo hace de una manera maravillosa". "Es una alegría premiar a un hombre de sentires y pensares hondos, de cercanía y que no se va por las ramas, pues muestra lo más humano de la vida".

Por su parte, la catedrática de la Universidad de Salamanca Francisca Noguerol, también miembro del jurado de estos premios, se refirió a Pablo Andrés Escapa, para indicar que su obra, ‘Fábrica de prodigios’, compuesta por tres relatos y editada por Páginas de Espuma’, "desde su título señala cuáles son sus enormes calidades. ‘Fábrica’, como artefacto literario perfecto que cuida la estructura, la riqueza del lenguaje, siempre dándonos a conocer las esquinas del diccionario, y ‘prodigios’, pues Escapa pertenece a la gran tradición del filandón leonés, que rezuma en su obra con personajes como el diablo de la tercera novela; y recibe la influencia de autores tan reconocidos como Juan Pedro Aparicio, Luis Mateo Díez o José María Merino". "Hablar de una tradición que continúa en un autor joven es hablar de que sigue vivo ese gusto por la imaginación y por aunar realidad y fantasía», comentó Noguerol, quien apuntó que "además Escapa practica el relato largo o novela corta, este género de enorme proyección en el siglo XXI". "Es un autor que disfruta leyendo y que hace que la cultura literaria trascienda hacia los jóvenes, y con ‘Fábrica de prodigios’ ha llegado al culmen de una literatura que no tengo ninguna duda de que va a seguir dándonos muchas alegrías", concluyó.

Los diez finalistas de esta edición de los Premios de la Crítica de Castilla y León han sido José Luis Alonso de Santos, con ‘Mil amaneceres’; Antonio Colinas, con ‘Sobre maría Zambrano. Misterios encendidos’; Alejandro Cuevas, con ‘Mi corazón visto desde el espacio’; Pablo Andrés Escapa, con ‘Fábrica de prodigios’; Emilio Gancedo, con ‘La Brigada 22’; Adolfo García Ortega, con ‘Una tumba en el aire’; Juan Antonio González Iglesias, con ‘Jardín Gulbekian’; Mauricio Herrero Jiménez, con ‘Todos los tiempos’; Yolanda Izard Anaya, con ‘Lumbre y ceniza’, y Luis Mateo Díez, con ‘Juventud de cristal’.