El fuego arrasa 70 hectáreas de cultivo y pinar en el monte

Carlos H. Sanz
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El incendio se debió a una chispa de la máquina que manejaba un operario en una finca, también afectada

El fuego arrasa 70 hectáreas de cultivo y pinar en el monte - Foto: Raúl MartÁ­nez

La rápida intervención de los bomberos y del resto del dispositivo de emergencias por incendios forestales logró extinguir un incendio de grandes dimensiones declarado en las inmediaciones de la Protectora de Animales de Palencia, en el conocido como camino Carabajala. 

Aunque al cierre de esta edición se desconocía todavía la superficie afectada -fuentes municipales hablaban de unas 70 hectáreas de cultivo de cerarl y un pinar- y la causa que originó las llamas, sí se sabe que el fuego comenzó sobre las 18,14 horas y que, según la Subdelegación del Gobierno, pudo deberse a una chispa procedente de la maquinaria que estaba utilizando un operario en una finca. 

La chispa prendió un campo de cereal anejo y aunque en un principio se extendió a la propia finca, afectando a parte de ella pero sin causar daños de consideración, los esfuerzos del dispositivo antiincencios se concentraron, sobre todo, en evitar que las llamas alcanzasen  la masa forestal del monte El Viejo.

Como las llamas emprendieron el camino ladera abajo, también se puso especial atención en que no alcanzasen la Protectora de Animales y el Complejo Asistencial de San Juan de Dios, situado a unos cientos de metros del origen del fuego.

El viento en la zona dificultó tanto el control como la extinción del fuego, pero cuatro horas después de su inicio ya se había dado por extinguido. No obstante, una dotación del parque de bomberos permaneció durante la noche para vigilar y refrescar con agua la zona si fuese necesario para evitar que se avivaran las llamas de nuevo, según explicó la concejala de Seguridad Ciudadana, Carolina N. Gómez.

 En los trabajos de extinción participaron tres dotaciones de bomberos del parque capitalino, dos cuadrillas especialistas en la lucha contra  incendios forestales, tres agentes medioambientales, dos helicópteros con sede en Quintanilla y Villaeles; dos cuadrillas de tierra y la Policía Local. También un bulldozer y tres autobombas.

Destacar asimismo que varios particulares subieron hasta las instalaciones de la protectora para comprobar que no había sido paso del fuego.