El alumno ganó al profesor

Alberto Moreno
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Importantísimo triunfo del Becerril

El alumno ganó al profesor - Foto: Sara Muniosguren

cd becerril. Sevillano, Diego, Kike, Merino, Sierra, Peli, (64’ Diestro), Riki, Carlos, David, (80’ Jesús), Melero, Eloy, (73’ Kuko).

real ávila. Alberto, Sito, Edu, Rafa, (70’ Javi de Mesa), Llorian, Peli, Manu, Jorge, Calderón, (46’ Rubo), Diego, (62’ Cristo),  Rubén Ramiro

árbitro. Omar Álvarez Rodríguez. Berciano. Asistido por Frey Domínguez y Álvarez Balado.

gol. 1-0: Min. 25: David.

incidencias. El Becerril vistió con la camiseta de la Copa del Rey, con el anagrama de Tercera División. Edu Narganes dirigió el partido desde la grada por sanción.    

 

El partido de ayer, dada la situación (en pleno Tourmalet y con los resultados de rivales directos) era vital para el Becerril. Se medía a otro gigante, un Real Ávila que también se jugaba mucho. De nuevo, David (el joven delantero morado) derrotó a otro Goliat.

Duelo en el terreno de juego y en los banquillos (aunque en el caso del técnico local lo dirigiese desde la grada al estar sancionado). El alumno aventajado, Edu Narganes, le pudo en esta ocasión al maestro, Jónathan Prado. 

El Becerril formó con un poco habitual 4-2-3-1, con Sevi bajo palos; Diego y Kike, en los laterales; Rubén Sierra y Merino, en el eje de la zaga; Peli y Carlos eran los pivotes, con Riki y Eloy en las bandas, Melero en la media punta y David como referencia atacante.

Era previsible que siendo dos entrenadores enamorados del orden (segundo y primer técnico en su etapa en el Club Internacional de la Amistad), el encuentro se iba a convertir en una partida de ajedrez en la que lo táctico imperaba. 

El partido, pues, lo tenía que marcar un factor diferencial, un jugador que se saltase el guion establecido, que aprovechase el más mínimo error, el más listo de la clase. Y ese futbolista lo tenía el cuadro morado.

El Becerril espera a su poderoso rival en su campo, donde le tenía preparado un campo de minas. No le importaba ceder el balón en zonas no peligrosas. Se acercaba más el cuadro abulense al área de Sevi, pero el que pegó primero fue el Becerril con el tanto de David (once goles en esta liga, una barbaridad). El Becerril, que ya estaba jugando a lo que proponía, no a lo que pretendía el rival, se vio todavía más afianzado en su juego.

El Ávila jugaba demasiado plano, previsible, incomodado por la situación, el marcador y el panorama. El Becerril, con el tanto a favor, cada vez más concentrado, solidario, intenso y junto. 

La segunda parte se desarrolló prácticamente de forma idéntica. ElBecerril, trabajando a destajo, con una actitud encomiable. El Ávila, cada vez más desesperado, ansioso, precipitado, teniendo que jugar a lo que no sabe, abusando del juego directo ante un rival ordenado que apenas dejaba resquicios. El balón seguía siendo de los abulenses, pero las ocasiones más claras, de los locales, aunque cierto es que Sevi estuvo muy acertado y seguro durante todo el partido. Pudo en varias contras claras haber sentenciado el encuentro el cuadro local.

Diestro regresaba al equipo después de su larga lesión. El Becerril pasaba a jugar con un 4-1-4-1. Más fuerza en la medular y más oxígeno en la presión arriba buscaba el técnico morado con los cambios. Otras dos contras desperdiciadas, con un Ávila ya a la desesperada, y el partido vivo hasta el último suspiro. 

Apretó el cuadro visitante, encerró a los locales en su parcela, pero se hicieron fuertes atrás los palentinos. El pitido final sonó a música celestial. Tres puntos de oro ante uno de los grandes. En el Tourmalet (más bien Everest) también se pueden ganar etapas.