Confirman que los restos del monte no son fósiles

Carlos H. Sanz
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Científicos del Geoparque de Las Loras visitaron ayer la zona para comprobar que se tratan de estructuras formadas por la disolución de estas rocas

Confirman que los restos del monte no son fósiles

No hay ballena, ni ictiosaurio ni tortugas. Ni siquiera lo que hoy es Palencia estuvo antaño tapada por el mar como mucha gente cree. Lo que hubo fue una enorme cuenca continental y grandes lagos de agua dulce que dejaron los sedimentos que hoy son las piedras calizas que abundan en los entornos de la capital. 

Piedras que al disolverse por el efecto del agua crearon curiosas formas que quedaron a la vista recientemente por el trabajo de las excavadoras en la mejora y ampliación de la carretera al monte.

Así lo certifican José Ángel Sánchez, el director científico del Geoparque de Las Loras; Karmah Salman, la gerente; y Nicolás Gallego, paleontólogo encargado del centro de visitantes de Villadiego, que ayer visitaron el supuesto hallazgo a petición de la Diputación. 

«No son restos fósiles. Es habitual que a la gente le parezcan formas pero son estructuras formadas por la disolución de las rocas calizas, muy curiosas, es cierto, pero son rocas», comenta José Ángel Sánchez, tras examinar el hallazgo.

«Lo que sí era imposible era que fuese una ballena o un ictiosaurio porque esas rocas calizas que se encuentran en los páramos de Palencia corresponden a la sedimentación de masas de agua dulce. Esos estratos corresponden al mioceno y plioceno, de un período mucho más joven que el mesozoico, que es cuando en la tierra había ictiosaurios», añade el director científico de Las Loras.

«Sí se ha encontrado algún fósil de tortugas o rinocerontes, como ocurrió en el cerro del Cristo del Otero, pero fue en estratos más bajos, correspondientes al terciario. En aquella época la zona del norte de la penísula era como una gran sabana, similar a la africana de hoy día, no un gran mar como mucha gente piensa. Era una gran cuenca continental, con ríos que se fueron cerrando en grandes lagos y que dejaron los sedimentos que hoy son la rocas calizas», detalla el experto.

Todo esto y más se lo explicaron José Ángel Sánchez, Karmah Salman y Nicolás Gallego no solo a los responsables de la obra y de la Diputación, sino también al palentino, naturalista por afición, que creyó haber dado con un importante hallazgo. 

«Le hemos dado las gracias y le hemos felicitado por su sensibilidad. Es importante que gente como él esté pendiente de los que surge en este tipo de obras porque nunca se sabe qué puede aparecer. Y la verdad es que un neógico podía confundir estas rocas con restos fosilizados de animales, pero es que las calizas son muy caprichosas», comenta José Ángel Sánchez, que también valora la decisión de la Diputación de haber protegido el hallazgo hasta certificar si era tal.